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viernes, 21 de mayo de 2021

Aun en 2021, el viento sigue teniendo miedo


 

Por: Edgar Fernández Herrera

 

Carlos Enrique Taboada, fue un director de culto mexicano, que se especializo en cine de terror, de hecho me parece que es el único que abordo el género y logrando resultados impresionantes.

 

No hay muchos datos sobre él o yo desconozco sus datos, sé que nació en el Distrito Federal un 18 de julio de 1929 y falleció en la misma ciudad el 15 de abril de 1997, vivió su infancia en la colonia Santa María la Ribera, casi enfrente del hermoso Quiosco Morisco, conozco la ubicación de la casa, pero la casa como tal no, hace muchos años fue demolida, yo trabaje durante 5 años muy cerca de ahí, para ser exactos en la calle de Pino, a unos cuantos metros de ahí.

 No sé exactamente cuándo se interesó por el cine, pero trabajo muchos años antes de ser director, como guionista, especializándose en el género de terror y suspenso, el escribió el guion de “El espejo de la bruja” (1962) dirigida por Chano Urueta y es considerada como de las mejores películas de terror mejor escritas.

 Como director fue sublime, tampoco se, si sus películas en su momento fueron éxitos de taquilla, lo dudo mucho, cuando empezó a dirigir a finales de la década de los sesentas y a principios de los setentas, dominaban las historias de adolescentes tontos escuchando y haciendo relajo al ritmo de Enrique Guzmán, Cesar Costa y demás fauna horripilante y el cine de ficheras empezaba a surgir y dominaría los 70´s, supongo que debió ser  muy complicado conseguir financiamiento para las películas de Taboada, pero alguien tuvo fe y además la insistencia del director, y habría que agradecerle, nos dejó 3 piezas maestras del género: Hasta el viento tiene miedo (1968), El libro de piedra (1968) y  Más negro que la noche (1975), me niego a considerar a pesar de los aplausos y los premio que recibió a Veneno para las hadas (1984), simplemente porque siempre la he considerado menor a comparación de las tres anteriores, debo de mencionar otra película del maestro que es de mis favoritas  y no es de terror, me refiero a  Rapiña de 1973, historia interpretada magistralmente por Ignacio López Tarso y Germán Robles.

La primera película que vi de Taboada fue Hasta el viento tiene miedo, una historia sencilla pero elaborada y contada de manera sublime, con toques de terror muy sutil y de suspenso que recuerdo me impactaron de manera fuerte, siempre había creído que en México no había trabajos de género de terror, para esas fechas en que vi esta película, mis únicas referencias del genero eran el Exorcista (la pieza maestra del Terror), La noche de los muertos vivientes, la extraordinaria Masacre en Texas (1974) y el Despertar del Diablo (1981), que debo de confesar que con esta última película, no dormí durante muchas noches.

Pero bueno, regresemos a Hasta el viento tiene miedo que es protagonizada por Maricruz Olivier (hermosisisima), como la maestra Lucia; Alicia Bonet como Claudia; Norma Lazareno como Kitty y la leyenda del cine y primera actriz, Marga López como Bernarda, la villana que desatará una serie de infortunios a lo largo del film.

La historia gira alrededor de Claudia (Alicia Bonet), una joven que está en un exclusivo internado femenino de dura disciplina y férreo control, Claudia y su grupo de amigas quedan castigadas durante las vacaciones en las instalaciones. Claudia pasa las noches con pesadillas donde un fantasma la atormenta, y a pesar de que incluso la subdirectora de la escuela, la señorita Lucía insiste a la directora, la severa y cruel señorita Bernarda que las alumnas corren peligro, ella insiste en mantener a las alumnas en la escuela, provocando una tragedia. Años antes Andrea una estudiante de ese internado, se había suicidado a causa de la depresión por la muerte de su madre y que en esos momentos difíciles la Directora del plantel no le había permitido ir a estar a su lado, ahora era tiempo de regresar a través de Claudia y tomar venganza.

Historia sencilla ¿verdad?, pero insisto contada de manera magistral, durante las apariciones del fantasma de Andrea, el viento hace un sonido, que casi puedo jurar a los que hemos visto esta película, no lo olvidamos, la escena cuando el novio o galán de Norma Lazareno se interna en el plantel para verla, y se esconde en la torre donde Andrea murió es escalofriante cuando se la encuentra bajando las escaleras y el suplicando que no lo fuera delatar con nadie y obvio la  escena final, el encuentro entre Bernarda y Andrea.

Esta pieza de horror gótico se estrenó hace 53 años y afortunadamente no ha perdido absolutamente nada de vigencia.

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