Por Edgar Fernández Herrera
Paco Ignacio Taibo II; (Gijón, Asturias, 11 de enero de 1949), es un escritor, político y activista de izquierda y sindical hispano-mexicano, naturalizado mexicano en 1984. Debo de confesar que no comulgo con sus ideas políticas y mucho menos con las simpatías que le ha demostrado al presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque lo admiro mucho como escritor. Sus novelas policiacas son recomendables, pero sobre todo sus trabajos biográficos. Las dedicadas al “Centauro del Norte” y al “Che” son impresionantes, lo mejor que he leído sobre estos importantes personajes.
Apenas pude leer su libro “Yaquis. Historia de una guerra popular y de un genocidio en México”, tema transcendental, aunque las historias manipuladas por los diferentes gobiernos han minimizado el asunto. Con relación a este tema habría que remontarnos a 1909, año en el cual se pudo leer en el “The American Magazine” una serie de artículos de los atropellos sufridos por las tribus Yaqui, que durante el “porfirismo” eran obligadas a dejar el Valle del Yaqui e ir a trabajar (en calidad de esclavos) y a morir a las haciendas henequeras en Yucatán y a las cafetaleras en Valle Nacional, Oaxaca; todo esto escrito y observado por el periodista John Kenneth Turner, posteriormente denunciado en el libro “México Bárbaro”.
En Yaqui, Taibo nos remite muchos años atrás de que Turner apareciera en escena. Es en 1874 cuando surge un indio yaqui, conocido como Cajeme, que dirige la primera insurrección para defender el territorio y las costumbres del pueblo Yaqui. No será el único líder, pues durante los próximos años surgirán más lideres para dirigir las insurrecciones, y como en toda historia también aparecerán los malos, que en este caso serán los señores ricos de Sonora, todos ligados a Porfirio Díaz, el ejército y los empresarios nacionales y extranjeros que ansiaban explotar el valle.
Las agresiones que el pueblo yaqui ha sufrido a lo largo de la historia de México constituyen un acto de “genocidio” que es necesario reconocer como un primer paso para resarcir dichos abusos. Es casi inaceptable en nuestra cultura que se acepte el término “genocidio” y no ofenda, pues parece que el término es sólo aplicable para lo que sufrió el pueblo armenio por parte del imperio Otomano durante la gran guerra, o los judíos y gitanos a manos del nazismo. Pero en México no existe esto, claro que no. Durante años, los pueblos originarios han sufrido vejaciones y muchas de ellas impunes, tal es el caso del pueblo Yaqui.
Yaqui, es un libro más que interesante, que nos ayuda a evitar que estos errores e injusticias vuelvan ocurrir. Sabremos la resistencia casi heroica por parte de los yaquis, el exigir sus derechos y reconocimiento como un pueblo independiente y orgulloso de sus tradiciones, las vejaciones que sufrieron por parte del gobierno federal, el ejército y las familias acomodadas de Sonora. Al enterarse de todo esto, uno puede concluir que las disculpas ofrecidas el año pasado por Andrés Manuel López Obrador son insuficientes.
Genocidio, palabra muy fuerte, pero que definitivamente aplica para este caso. Lean “Yaqui. Historia de una guerra popular y de un genocidio en México”, una lectura muy amena e interesante. Nuevamente Taibo, el escritor no me defrauda en lo absoluto.
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