Por Edgar Fernández Herrera
Desde hace unos años, las sesiones del Tiny
Desk se han vuelto muy populares. Grandes artistas y músicos emergentes han
pisado las oficinas de la National Public Radio (NPR), ubicadas en Washington,
Estados Unidos, para presentarse en formato acústico. Lo más distintivo es que
estas actuaciones se realizan literalmente detrás de un escritorio; tal cual,
los artistas tocan dentro de una oficina.
Hace un par de semanas, en el marco del Mes
de la Herencia Hispana, este famoso escenario recibió a 31 Minutos, la exitosa
serie chilena que ha sido ampliamente aclamada por su original propuesta. Seré
muy sincero: este escrito no surge por nostalgia hacia el programa —jamás lo
vi—, de hecho, apenas los conocí gracias a su viral, célebre y brillante
presentación en el Tiny Desk, aunque ya tenía noción de su existencia.
Su actuación me despertó curiosidad, así que
decidí verla, y debo admitir que me sorprendió mucho. Repito, nunca había visto
la serie ni estaba familiarizado con sus canciones; sin embargo, me parecieron
temas geniales que tanto chicos como adultos pueden disfrutar, con letras
ingeniosas y divertidas. Además, la banda mostró gran solidez en sus interpretaciones
y las marionetas resultaron simplemente encantadoras.
Pero 31 Minutos no fue solo nostalgia y
personajes entrañables. Tulio y compañía también aprovecharon para hacer una
crítica a la cuestión migratoria vigente en Estados Unidos. De hecho, la presentación
inicia con la frase: “Soy Tulio Triviño, y esta es la primera vez en Washington
de 31 Minutos, que es exactamente el tiempo en que expiran nuestras visas de
trabajo.” Vaya manera de arrancar la sesión.
Fue un show energético y emotivo, con varias
de las canciones más emblemáticas de la serie. En lo personal, me conquistaron
con “Objeción Denegada”, acompañada de una escena por demás absurda: en su
primera intervención, Bodoque señala a un “amable señor” —el Cocodrilo, una
parodia de Trump y referencia a Alligator Alcatraz— que estaba allí para
asegurarse del regreso “sano y salvo a casa” del elenco de 31 Minutos. El
conejo rojo asegura que, si llegara a existir algún inconveniente, no se
preocuparan, pues él llamaría de inmediato a su abogado. Entonces aparece Juan
Pablo Sopa con “Objeción Denegada”, precedida por la intro de Better Call Saul.
La letra, ligeramente modificada para el show, ironiza sobre la precariedad
migratoria: “Alza la mano si se te venció la waiver (programa de Estados Unidos
que permite a los chilenos viajar por negocios o turismo hasta por 90 días),
alza la mano si tú eres ilegal.” La sátira fue tan directa como necesaria. Vaya
momento icónico.
A raíz de la
sorprendente presentación de 31 Minutos en el Tiny Desk, en su canal de YouTube
se subieron varios capítulos de la serie. Pero antes de verlos, vale la pena
disfrutar de la actuación completa de estas grandiosas marionetas chilenas en
la NPR.

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