Vistas a la página totales

sábado, 29 de noviembre de 2025

Amparo Ochoa


 

Por Edgar Fernández Herrera

 

A mi papá

 

No todo es banda en Sinaloa. En este bello estado de la república mexicana, en la localidad de Costa Rica, un 7 de febrero de 1946 nace una de las voces más representativas y poderosas de la canción mexicana y latinoamericana: nos referimos a María Amparo Ochoa Castaños, mejor conocida como Amparo Ochoa.

 

Conocí a esta gran mujer gracias a mi padre. Solía escuchar mucho el Cancionero Popular, donde Amparo era acompañada por Los Folkloristas. Es un álbum extraordinario, que recoge piezas representativas del folclor mexicano, así como de la música de protesta.

 

Amparo Ochoa siempre destacó por ese amor al canto. De joven llegó a ganar un concurso de canto en 1965 interpretando “Hermosísimo Lucero”. Antes de dedicarse plenamente a la música, se dedicó a la docencia en escuelas rurales; es ahí donde observa las limitaciones y la pobreza en los sectores sociales más desfavorecidos. Alentada por su padre y buscando perfeccionar su talento, se trasladó a la Ciudad de México en 1969 para estudiar en la Escuela Nacional de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México.

 

En la capital, su arte adquirió una dimensión más profunda al unirse al movimiento de la Nueva Canción, que promovía la música como medio de denuncia y protesta. Además, llega a la ciudad en un momento de mucha efervescencia social: los terribles sucesos de la Plaza de las Tres Culturas aún estaban muy frescos.

 

Llega al legendario sello discográfico Discos Pueblo, fundado por el grupo Los Folkloristas, y es aquí donde graba y publica la mayor parte de su trabajo discográfico. Sin embargo, destacaré el que, a mi parecer, es el álbum más representativo de la sinaloense y al que además le tengo mucho cariño: es el disco que mi padre ponía, y con este fue con el que me fui adentrando no solamente en el trabajo de Amparo Ochoa, sino también en el movimiento de la música de protesta. Me refiero al Cancionero Popular, que data de 1975 y en el que los mismísimos Folkloristas la acompañan en esta joya de disco.

 

Incluye temas memorables como “El Barzón”, un corrido tradicional del estado de Aguascalientes que aborda las dificultades de los campesinos durante la época agraria; “¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicano?”, del gran Chava Flores, una melodía con versos divertidos, pero también con un mensaje social; y otro tema a destacar es el homenaje al caudillo del sur: “Bola suriana de la muerte de Emiliano Zapata”. En lo personal, mis canciones favoritas son “Prietita Clara” y “Mi Abuelo”. Todo un tesoro de la música mexicana.

 

Gracias a este tipo de trabajo y a su conciencia social, dejó una huella profunda por su compromiso con las causas sociales, aun cuando le cerraron varios espacios para presentar su arte.

 

Desgraciadamente, “La Voz de México” se apagó un 8 de febrero de 1994, cuando contaba con 48 años de edad. Murió en la localidad de Culiacán, Sinaloa, víctima de un cáncer de estómago. Sin embargo, aún hasta el día de hoy sigue siendo una inspiración como símbolo de resistencia y lucha por la justicia.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Attila

  Por Oscar Fernández Herrera     Para bien y para mal, la música italiana ha tenido un profundo impacto en el pop mexicano. Desde hac...