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domingo, 7 de marzo de 2021

El día que me convertí en Zappatista

 

El día que me convertí en zappatista

 

Por Edgar Fernández Herrera

Era 1996 y me encontraba cursando el 3er semestre de la carrera; en esos tiempos, aún hoy en día si lo permitiera la pandemia, me gustaba ir a dar un paseo a Ciudadela. Al salir de la estación del metro Balderas, uno se topa con un gigantesco puesto de revistas y ahí observé una revista Kurt Cobain en la portada. El título principal rezaba “Nirvana: el legado de Kurt Cobain”, pero lo que me llamó la atención era otro encabezado: “Los muertos del rocanrol”. Desembolsé entonces los diez pesitos costaba la revista (se trataba de La Mosca en la Pared, que jamás dejé de comprar en casi una década, pues casi casi era mi biblia musical). Al hojear la revista me encontré con un artículo que llamó poderosamente mi atención: “Frank Zappa y la anti-estupidez”, Zappa ya se encontraba en mi radar (ahí mismo me enteré que ya tenía tres años de muerto por un cáncer de próstata), pero unas hojas después en la sección de discos reseñaban el “Strictly Commercial”, un recopilatorio de Zappa.

Tardé un par de semanas para encontrar en el Tianguis Cultural del Chopo, tal disco; si bien al principio sólo lo pude conseguir en casete. No lo dude y lo compré de inmediato… ¡qué gran sorpresa resultó el primer track con el que abre dicha recopilación: “Peaches In Regalia”. Me voló el cerebro y, de hecho, todo el disco. Qué música tan increíble, pensé, y desde ese momento tomé a Zappa como uno de mis tótems musicales. Debo confesarlo: jamás me he sentido defraudado por su obra y su prolífica visión artística. Pronto me enteré que hasta 1993 -el año en que perdió la batalla contra el cáncer- tenía una discografía de 60 piezas y en cuanto su familia tomo el control de su obra, se han lanzado al mercado otros 60 discos.

Aunque me gusta prácticamente todo su trabajo, debo de confesar que prefiero lo que hizo durante las décadas de los 60 y 70, especialmente lo que grabó con “The Mothers Of Invention”, músicos de altísimo nivel que podían tocar prácticamente todo (desde un rock and roll muy básico hasta blues, doo woop, música orquestal y jazz). No era nada fácil seguirle el camino a Zappa.

Zappa dinamitó al mundo del rock desde su impresionante debut: el inigualable “Freak Out”. Su legado es impresionante y sigue vigente y adelantado a su tiempo; para mí, el único GENIO del rock.

Debo de presumir que yo cuento entre grabaciones físicas (LP’s o CD’s) y digitales alrededor de 80 álbumes y todos son verdaderas joyas.

Así que los invito a entrar al mundo de este genio, una de las más grandes mentes de la música del Siglo XX; no sin antes quitarse toda la cerilla de los oídos y, sobre todo, los prejuicios (tanto musicales como culturales). Por otra parte, les sugiero ver el documental de Alex Winter titulado “Zappa”, estrenado el año pasado.

De esa manera fue como inicié mi romance con el “zappatismo” y juro que jamás terminará.

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