Por Edgar Fernández Herrera
El 14 de Julio se estrenó en Netflix el documental “Red Privada, ¿Quién mató a Manuel Buendía?”, del director Manuel Alcalá. En un lejano 30 de mayo de 1984 asesinaron al periodista Manuel Buendía Tellezgirón afuera de su oficina en la Ciudad de México. Con cuatro impactos de bala le arrebataron la vida. Su colaborador fue testigo de la tragedia que se perpetuó a sangre fría y aunque salió detrás de los presuntos perpetradores, no logró alcanzarlos. Aquel día, no sólo murió Buendía, sino también su tan leída columna Red Privada; de ahí tomó Alcalá el título para su película.
Para las nuevas generaciones, habría que comentarles que desgraciadamente los asesinatos de periodistas no han sido exclusivos de este sexenio.
Manuel Buendía Tellezgirón nació en Zitácuaro, Michoacán, un 24 de mayo de 1926, cursó la primaria en su natal Zitácuaro para después ir a Morelia a un seminario, ya que su madre tenía la ilusión de que fuera sacerdote; no obstante, a los 12 se encontró con la revista “La Nación” para la que empezó a colaborar. Corría 1941 y es ahí donde descubre su vocación periodística.
Es en 1958 cuando inicia en “La Prensa” su emblemática columna “Red Privada”, que firmó primero con el seudónimo de Héctor Juvenal. De 1952 a 1967 fue profesor de tiempo completo en la escuela de periodismo “Carlos Septién García”, en donde impartió la materia de redacción periodística. Entre 1967 y 1970 dio seminarios sobre el mismo tema, y entre 1971 y 1972 dictó una conferencia semanal y, en 1973, el director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Henrique González Casanova, lo invitó a dar clases como profesor de asignatura, tarea que cumplió hasta su muerte en 1984. Impartió redacción y oficinas de prensa.
Es en 1976 cuando regresa a ser columnista de tiempo completo y el 3 de enero de 1977 reaparece “Red Privada” en los “23 Soles”, pero después de varios altercados debido a la censura emigra a “El Universal”, donde también lo alcanza la censura y se ve obligado a mudarse a “El Excélsior”. A estas alturas Buendía ya es un periodista muy influyente y leído y, del mismo modo, participa en la televisión en los canales 11 y 13, además de que publica dos de sus primeros libros –Red Privada y La CIA en México- que lo consolidan con un gran periodista.
Desgraciadamente el 30 de mayo de 1984 un sicario lo ultimó por la espalda.
La ópera prima del director mexicano Manuel Alcalá tiene momentos sobresalientes. Se trata de un documental bien hecho y estructurado, pero debo de destacar cuando el gran actor Daniel Giménez Cacho, mediante voz en off, lee varios de los textos que Buendía publicó en su famosa columna.
El documental cuenta con un ritmo trepidante y con bastante suspenso, pero lo más valioso son los testimonios de los periodistas contemporáneos de Buendía, como es el caso de Rogelio Hernández y Raymundo Riva Palacio, este último testigo privilegiado de los hechos, quien narra la forma en que la policía (entonces DFS) se llevó, la noche del crimen, el nutrido archivo del periodista, quien -según otros testimonios- tenía información sobre la relación entre el narcotráfico y el gobierno mexicano. Aparentemente esta información fue el móvil de su artero asesinato.
El documental como tal no ofrece la respuesta que se ha esperado durante 37 años: ¿quién mandó asesinar a Buendía?, pero aporta nuevas interrogantes y varias hipótesis y, sobre todo, vuelve a resaltar la presunta complicidad y participación de Rubén Figueroa, el Cártel de Guadalajara, la CIA y, por supuesto José Antonio Zorilla, el hombre con el más alto rango dentro de la Dirección Federal de Seguridad y que fue acusado como el autor intelectual y condenado a 35 años de prisión. Es importante resaltar que se dice que él solamente siguió ordenes de Manuel Bartlett, su jefe en aquel entonces y que ahora dirige la CFE bajo el obstinado cobijo de Andrés Manuel López Obrador.
“Red Privada” muestra a un gobierno que no tolera la crítica ni el periodismo, como hoy en día, y para prueba están los múltiples asesinatos a periodistas y activista sociales, de los cuales jamás oímos en las conferencias matutinas, pero sí observamos la impunidad a todas luces.
“Red Privada” es un documental ampliamente recomendable.