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viernes, 30 de julio de 2021

Universal mother, el espíritu musical de una artista en aparente desgracia

Por Oscar Fernández Herrera

 

La historia es conocida por todos: Sinéad O’Connor disfrutaba de fama y notoriedad gracias a su enorme talento cuando, de repente, decidió romper frente a las cámaras de televisión una fotografía del papa Juan Pablo II mientras decía, imperturbable, “¡lucha contra el verdadero enemigo!” Lo anterior sucedió en una emisión del programa Satuday Night Live en octubre de 1992. La carrera de la irlandesa sufrió un tremendo desplome, uno que le costó abucheos, humillaciones y críticas.

 

Después del escandaloso suceso, O’Connor publicó “Am I not your girl?” con escasa aceptación. El futuro inmediato de la intérprete se ensombrecía más y más. No obstante, en un arrebato de espiritualidad y madurez musical, compuso y grabó “Universal mother”.

 

Cuando se le escucha por primera vez, son innegables el desconsuelo y la tribulación que, poco a poco, se doblegan ante la oportunidad de un regreso cuasi triunfal. Contra todo pronóstico, el cuarto trabajo de Sinéad acentúa su autoridad vocal frente a los miles de detractores que reclamaban su retiro de los escenarios. En este sentido, el disco funciona como una terapia de autodestrucción y sanación.

 

Pese a la falta de unidad, las catorce melodías encuentran una conexión personal extraordinariamente sólida, guiándonos a través de su supuesta vulnerabilidad para enfrentarnos a nuestra condición humana. “Universal mother” es y será un inquebrantable reconocimiento de la identidad femenina.

 

Sutilmente íntimo, destacan la poderosa e indignante “Fire on Babylon”, “My darling child” (dulce, como si se tratara de una canción de cuna), “Red football” (un duro reclamo sobre la potestad del cuerpo femenino), “All apologies” (descarnada y estupenda versión del clásico de Nirvana), la optimista, aunque agridulce “In this heart”, y “Thank you for hearing me”, con su inquietante sinceridad.

 

“Universal mother” presume un recomienzo, si bien fortalece sus ideales con guiños bastante claros a lo largo de los cincuenta minutos que dura la obra. No se trata de un disco para iniciados en la música de la irlandesa, pues en él encontrarán a una mujer decidida a reunir los fragmentos de su ser para enfrentarse a sus traumas y salir adelante. Un suplicio tan prolongado que no acabará aquí. No resulta nada sencillo digerirlo.

 

Con todo, “Universal mother” es una muestra más de la resistencia femenina, digna de ser escuchada y replicada. El tiempo le dio la razón a esta artista, sin importar a quien le pese.

 

 


 

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