Por Oscar Fernández Herrera
Es frecuente que desconozcamos las contribuciones de una persona al arte. En consecuencia, no la reconocemos ni apreciamos. Madonna es una clara muestra de ello: bromas, desaprobaciones y críticas a su trabajo o persona. No obstante, es necesario recordar su trascendencia en el palpitante mundo del pop.
“Erotica” (1992) intensificó la sexualidad que siempre ha caracterizado a su carrera y, con ello, sacudió a las “buenas conciencias” de la sociedad en general. Desplazado por los triunfadores “Like a virgin”, “True blue”, y “Like a prayer”, “Erotica” ofrece canciones súper adictivas, con un altísimo grado de composición. El quinto álbum de la auténtica reina del pop es una colección de múltiples estilos: Pop, Lounge, Dance, House y New Jack Swing, todos en perfecto equilibrio. Del mismo modo, fue el primer trabajo de la artista en ser rotulado con una precaución por contenido explícito.
Desde la inicial “Erotica”, con marcados ritmos Trip Hop y Porn Groove, sabemos qué dirección tomará el disco en general. Su dominante sensualidad generó reacciones antagonistas, aunque nadie pudo impedir su rápido ascenso en las listas de popularidad. “Fever”, de la extraordinaria Peggy Lee, es un pop sofisticado que no rompe con lo que su predecesora inició. “Bye bye baby” es una rola de amor y odio que completa una primera trinidad de rotundas obras maestras.
“Deeper and deeper” es, probablemente, el track más popular del álbum. Cuenta sobre un amor tan profundo como intenso. “Bad girl” es un cántico seductor ideal para una noche de libídine sin compromisos. “Rain” es la balada de “Erotica”, una hermosísima representación del amor que se ha marchado para no regresar.
Una triste pero esperanzadora despedida. “In this life” siempre ha sido mi canción preferida debido a su letra, tan lastimosamente actual. Su llamado a la unidad es un elemento altísimo para destacar.
En términos artísticos, considero que se trata de uno de los trabajos más interesantes de Madonna. Todo en él es sentimiento (sí, aún por encima del erotismo que tanto señalaron sus detractores en su momento) y amor en sus múltiples ciclos. Fue una verdadera lástima que, en términos comerciales, no despuntara.
Desnude a “Erotica” de todas las censuras y maldiciones que lo acompañaron y simplemente disfrútelo.