Por Oscar Fernández Herrera
“SENSE8” es una serie de ciencia ficción producida por Netflix y creada, escrita y dirigida por las hermanas Wachowski, responsables también de “Matrix”. El relato gira alrededor de ocho personas completamente anónimas entre ellas que descubren un tipo de conexión sensorial que les permite “visitarse” y experimentar las distintas emociones de los otros.
Esta serie no tiene igual, pues es escandalosa (en el buen sentido de la palabra) y única. Para entenderla y disfrutarla, es necesario ver cada capítulo con suma atención, ya que sólo así contemplaremos un gran escenario donde no faltarán los dramas personales, las maquinaciones políticas, el feminismo, las traiciones, el disfrute del sexo con total naturalidad, y la liberación y los derechos de la comunidad LGBTTTIQ. La cantidad de locaciones es impresionante, lo que le da un aire cosmopolita.
Del mismo modo, el número de personajes suele ser abrumador en un principio; no obstante, cada protagonista dispone del tiempo necesario para “mostrar” su realidad y sus aspiraciones. Los encuentros sensoriales se producirán poco a poco, empeorando algunas circunstancias que mantendrán atrapado al espectador. En este sentido, muchos fanáticos han insistido en que las hermanas Wachowski descubrieron rasgos de su personalidad en Nomi y Amanita, dos de los héroes de la serie.
Las críticas sobre el estilo de la serie son comprensibles, pero también debemos resaltar el enorme trabajo que debió requerir la organización de un relato tan copioso en protagonistas y tramas secundarias. Will (Brian J. Smith) es un policía de Chicago que tratará de solucionar las dificultades de su grupo y, al mismo tiempo, fortificar la delicada relación que tiene con su padre. Tuppence Middleton interpreta a Riley, una DJ radicada en Londres que abandonó su vida en su natal Islandia. El alemán Wolfgang (caracterizado por Max Riemelt) es uno de los personajes más interesantes debido a su porte y ferocidad. Aml Ameen y Toby Onwumere dan vida a Capheus, un chofer de transporte público que cuida de su madre. Sun Bak (Doona Baese) es una mujer traicionada por su hermano, un codicioso empresario surcoreano, y que nos regalará impresionantes secuencias de acción.
Miguel Ángel Silvestre personifica a Lito, un popular actor mexicano que debe ocultar su orientación sexual a cualquier precio. Nomi (Jamie Clayton) es una chica transgénero que sufre la falta de cariño por parte de su familia y, además, es buscada por una extraña organización gubernamental con fines poco claros. Por último, Tina Desai actúa como Kala, una triunfante mujer hindú que no está segura de amar a su prometido.
Desafortunadamente, el punto central de la historia (las terribles conspiraciones y acciones de la BPO) queda enterrado por los dramas que experimentan nuestros protagonistas. El misterio está presente en toda la serie, pero son las luchas diarias las que terminan conquistando al público en general. ¿Quién no se emocionó con la escena del desfile en São Paulo? ¿Quién no sufrió con esa resistencia amorosa de Kala frente a Wolfgang? ¿Quién no lloró con las humillaciones públicas que Lito y Hernando debieron enfrentar cuando Joaquín los descubrió públicamente? Bueno, así nos podríamos seguir por horas…
El segundo aspecto que perjudicó a “SENSE8” fue su repentina cancelación después del final de la segunda temporada. Fue tal la presión de los fanáticos que Netflix accedió a hacer un último capítulo para terminar cada uno de los relatos. El resultado fue un extensísimo episodio que quiso satisfacer las pretensiones del respetable, aunque no todo fue miel sobre hojuelas: muchos lo acusaron de ser un fan fiction debido a su enorme complacencia.
Como fuera, aquí tenemos una serie con altibajos que ofrece momentos realmente increíbles. Mírela que no se arrepentirá. Se lo aseguro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario