Por Edgar Fernández Herrera
Crazy Horse es una banda que la gran mayoría de la gente tiene ubicada, pues ha acompañado a Neil Young en múltiples aventuras musicales y es muy probable que también en algunas no tan musicales.
Gracias al Maestro José Agustín, supe del álbum debut (“Crazy Horse”) de esta gran banda, que en ese momento estaba conformada por el gran Danny Whitten, Nils Lofgren, Jack Nitzsche, Billy Talbot y Ralph Molina, grabado en 1971, tras firmar con Reprise Records. Por cierto, también acompañó al grupo el magnífico Ry Cooder para la grabación del disco.
El álbum abre con un tema compuesto por Jack Nietzsche: “Gone Dead Train”, esplendido blues que pudo haber quedado sin ningún problema en el “Exile On Main Street”, de los Rolling Stones. Después pasamos una canción muy festiva, en la mejor tradición del viejo oeste: “Dance, Dance, Dance”, escrita por Neil Young. Cuando la escuchas te imaginas en un cobertizo bailando y dando palmas al ritmo de esta canción.
Whitten nos presenta la sensacional “Look At All The Things”, su primera composición. “Beggars Days” es un rock garagero, recordando los días en que los Crazy Horse eran conocidos como The Rockets. La letra pareciera referirse a los graves problemas de drogadicción que padecía Danny Whitten.
“I Don´t Want To Talk About It”, pieza popularizada por Rod Stewart en 1974, muestra la sensibilidad y el talento de Whitten; es una muy bonita balada acústica en la mejor tradición rancherona, tipo “Wild Horses” de Jagger y Richards; por cierto, esa sublime guitarra slide es ejecutada con maestría por Ry Cooder. Una verdadera joya.
Seguimos con “Downtown”, una canción muy rítmica. “Carolay”, de Nietzsche, es lo menos destacable del disco, a mi modo de ver sólo fue relleno; a continuación, escuchamos un blues rock llamado “Dirty Dirty” con un Cooder luciendo en su guitarra. Nils vuelve a tomar la batuta con “Nobody” una canción de pop rock bastante efectiva. “I´ll Get By” es una melodía excelente con armonías vocales asombrosas, que le dan un brillo a esta composición de Danny Whitten.
Este gran disco cierra con “Crown Jane Lady” (¿alguna referencia o guiño a “Lady Jane” de Los Stones?), un country en el que participa Ry Cooder en la guitarra y la voz líder por parte de Jack Nietzsche.
Este esplendido debut fue producido por Jack Nietzsche y Bruce Botnick, que lograron un gran trato melódico. Es una pena que Danny Whitten perdiera la vida por el abuso de drogas; hubiera podido demostrar grandes trabajos discográficos, ya que tenía una habilidad y gran talento para escribir música, pero sólo nos dejó este álbum y sus trabajos con Neil Young.
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