Por Oscar Fernández Herrera
Cuando Prince se libró de su contrato discográfico con Warner Bros. en 1995, rápidamente grabó las primeras canciones para “New World”, una obra que a la postre originaría al titánico “Emancipation”, un opus triple con treinta y dos pistas y tres horas de duración. De acuerdo con Michael B., baterista de The New Power Generation, la idea de grabar un álbum triple surgió cuando Prince comprobó cómo la firma SoundScan contabilizaba por separado las ventas de los discos dobles, especialmente con “HIStory: Past, Present and Future, Book I”, de Michael Jackson.
Posteriormente, durante una presentación en los estudios Paisley Park, en Minnesota, Prince le aseguró a sus incondicionales que “Emancipation” tendría 52 canciones, si bien el asunto se tomó como un simple comentario sardónico.
Considerado como un trabajo absolutamente solista, Prince, que en aquel momento ya se autonombraba con un glifo impronunciable, contó con la participación de dos diferentes formaciones de su banda acompañante. Del mismo modo, es importante señalar que también es el primer disco del artista que incluye canciones interpretadas por otros. “Betcha by Golly Wow!”, el primer sencillo comercial, es una canción original de The Stylistics.
Distanciado de los grandes álbumes del geniecillo púrpura, “Emancipation” es engañosamente desigual, pues en él se aprecia una sobreproducción con resultados casi plásticos. El público ha cuestionado por años la participación de Kirk Johnson como productor, aunque también ha sospechado otras consecuencias con Prince al frente de la realización.
El primer disco es una descarga de ritmos misceláneos, algunos de ellos increíblemente bien logrados: “Jam of the year”, “In this bed I scream”, “Right back here in my arms”, “I can’t make you love me” y “Somebody’s somebody”. Es una apertura jubilosa con algunas pinceladas de empalagosa melancolía.
El segundo volumen es puro corazón y, sin duda, es el mejor de los tres. En él sobresale el amor de Prince por su esposa Mayte García y su inminente paternidad que, desafortunadamente, no se logró. “Soul sanctuary”, “Dreamin’ about you”, “The holy river”, “Sex in the summer”, “Curious child”, “Joint to joint” y “Friend, lover, sister, mother/wife” son claras muestras de la genialidad de su creador.
La última parte de “Emancipation” es otro disco de canciones aisladas, sin un propósito definido. No obstante, figuran grandemente “Face down”, “Sleep around” y “My computer”, con la participación de Kate Bush.
A pesar de sus desproporciones e imperfecciones, es un disco que merece escucharse.
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