Por Edgar Fernández Herrera
En 1968, denominado con frecuencia como el año de la bestia, ocurrieron sucesos que marcarían la historia de la humanidad, con protestas y disturbios registrados en casi todo el planeta.
El año comenzó con la llamada “Primavera de Praga”, un movimiento que buscaba la reconciliación entre el socialismo y la democracia; desgraciadamente, no tuvo éxito y ocasionó el arribo de los tanques soviéticos en Checoslovaquia. Mientras, en abril, el Dr. Martin Luther King Jr. fue asesinado en Memphis, Tennessee. Dos meses después, el senador Robert F. Kennedy es acribillado. También se estrenó la obra maestra de Stanley Kubrick: “2001: A Space Odyssey”. Por primera vez se celebró una justa olímpica en un país tercermundista: los XIX Juegos Olímpicos de México; el entonces Distrito Federal recibió a 5,516 atletas de todo el mundo, que tampoco no se salvaron del toque político, pues los atletas Tommie Smith y John Carlos levantaron su puño en silenciosa protesta por el racismo imperante en Estados Unidos.
En México, las cosas fueron por demás incongruentes; por un lado, la algarabía y el lado festivo y hospitalario que se ofreció al albergar los Juegos Olímpicos y, por el otro, el lado obscuro del gobierno dictatorial y represor al perpetuar la matanza a estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco. Pero es un error minimizar al movimiento estudiantil a los sucesos de Tlatelolco, ya que previo a esto se vivieron momentos de gran alegría, con aires de libertad y justicia que se respiraron durante las marchas, mítines, y eventos culturales. Ya saben: el 2 de octubre no se olvida.
En este año tan turbulento, la música estuvo a la altura de los tiempos, y para muestra enlisto diez canciones que sonaron en aquel entonces. Es increíble que ya hayan pasado 55 años de su lanzamiento y siguen teniendo mucha frescura y vigencia.
1.- Jumpin´ Jack Flash (The Rolling Stones). Vaya manera de regresar a los primeros planos, pues sus majestades satánicas se dejaron de payasadas psicodélicas y regresaron a sus raíces blueseras y rocanroleras. Este gran tema, producido por Jimmy Miller, fue la antesala del “Beggars Banquet”. El uso de la Gibson Hummingbird acústica afinada en D es impresionante, el mejor riff de todos los tiempos.
2.- Picture Book (The Kinks). La banda más infravalorada de todos los tiempos. Con todo, están a la altura o inclusive superiores a The Beatles, Stones o The Who. Contenida en su gran álbum “The Kinks Are the Village Green”, el genio Ray Davies tuvo un momento de nostalgia y rememora eventos con sólo mirar fotografías. Uno de los mejores letristas ingleses de todos los tiempos nos regaló una joya folk psicodélica que, unos años después, Green Day se robaría de una manera descarada.
3.- Happiness Is a Warm Gun (The Beatles). Del álbum “The Beatles” o el “Álbum Blanco”, es una de las grandes canciones de John Lennon, con una estructura bastante particular. Probablemente es el mejor título de todos los tiempos para una canción: “She's not a girl who misses much, Do do do do do do, oh yeah…” de los diamantes del cuarteto de Liverpool.
4.- Piece of My Heart (Big Brother Hold Company Ft. Janis Joplin) Originalmente grabada por Erma Franklin (hermana de la gran Aretha Franklin); cuando se escuchó la versión del “Cheap Thrills” interpretada maravillosamente por la texana Janis Joplin, ella simplemente se la adueño al despojarla de ese sonido soul y ponerla en un tono más bluesero, en donde se narra la historia de un amor toxico.
5.- White Room (Cream) Del álbum “Wheels of Fire”, se trata de composición de Jack Bruce y del poeta Pete Brown; un gran tema sobre la depresión y la desesperanza. Sobresale la gran guitarra wah wah de Eric Clapton (gran atino para utilizarla en la película “The Joker”).
6.- Voodoo Child (Slight Return) (Jimi Hendrix) Qué alucinante manera de cerrar un álbum tan controversial. No hay mucho que decir: el oriundo de Seattle nos dejó sin aliento con esta canción tan poderosa.
7.- White Light/White Heat (The Velvet Underground) Canción escrita por Lou Reed y publicada en enero de 1968; lejos, pero muy lejos del sonido jipi que reinaba por ese entonces. Esta canción inicia con golpeteos de piano, guitarra y batería, acompañada con un sonido distorsionado que Reed y compañía usaron para emular el efecto producido por inyectarse metanfetamina. La letra es toda una oda a esta droga.
8.- Set the Controls for the Heart of the Sun (Pink Floyd) De la inspiración de Roger Waters, el bajista inglés se dejó influir por la poesía china del periodo de la dinastía Tang. Este álbum fue el último en el que participó Syd Barret, pues David Gilmour ya estaba integrado a la banda; de hecho, esta canción sería de los pocos casos en los que la banda simbolizaría un quinteto. Gran pieza psicodélica.
9.- (Sittin´On) The Dock of the Bay (Otis Redding) Canción póstuma del gran Otis Redding que escribió junto a Steve Cropper. La génesis de la canción se dio en una casa barco en el puerto de Waldo Point, en Sausalito, California. El silbido que se escucha al final de la canción fue un momento de improvisación de Otis. Es una de las grandes canciones de todos los tiempos y fue el único número uno que logró Redding, pero que no pudo gozar debido al avionazo que le quitó la vida a las afueras de Wisconsin.
10.- Let’s Make The Water Turn Black (The Mothers Of Invention) Gran composición de Frank Zappa. Publicada en el álbum “We’re Only In It For The Money”, la canción trata sobre un par de jóvenes (Kenny y Ronnie) que viven en un pequeño pueblo de San Bernardino, California. Encuentran consuelo en su propio mundo al crear extrañas criaturas para guardar en un cobertizo y jugar a “hagamos que el agua se vuelva negra”, pero -en realidad- es un mensaje sobre la naturaleza opresiva y asfixiante de la vida en un pueblo pequeño que advierte contra el conformismo y alienta la autoexpresión y la libertad individual. Una letra muy fuerte a ritmo de twist.
Probablemente no sean las mejores canciones del año, algunas a lo mejor sí; sin embargo, son mis favoritas de ese año.