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sábado, 22 de abril de 2023

Canciones que cumplen 55 años


 

Por Edgar Fernández Herrera

 

 

En 1968, denominado con frecuencia como el año de la bestia, ocurrieron sucesos que marcarían la historia de la humanidad, con protestas y disturbios registrados en casi todo el planeta.

 

El año comenzó con la llamada “Primavera de Praga”, un movimiento que buscaba la reconciliación entre el socialismo y la democracia; desgraciadamente, no tuvo éxito y ocasionó el arribo de los tanques soviéticos en Checoslovaquia. Mientras, en abril, el Dr. Martin Luther King Jr. fue asesinado en Memphis, Tennessee. Dos meses después, el senador Robert F. Kennedy es acribillado. También se estrenó la obra maestra de Stanley Kubrick: “2001: A Space Odyssey”. Por primera vez se celebró una justa olímpica en un país tercermundista: los XIX Juegos Olímpicos de México; el entonces Distrito Federal recibió a 5,516 atletas de todo el mundo, que tampoco no se salvaron del toque político, pues los atletas Tommie Smith y John Carlos levantaron su puño en silenciosa protesta por el racismo imperante en Estados Unidos.

 

En México, las cosas fueron por demás incongruentes; por un lado, la algarabía y el lado festivo y hospitalario que se ofreció al albergar los Juegos Olímpicos y, por el otro, el lado obscuro del gobierno dictatorial y represor al perpetuar la matanza a estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco. Pero es un error minimizar al movimiento estudiantil a los sucesos de Tlatelolco, ya que previo a esto se vivieron momentos de gran alegría, con aires de libertad y justicia que se respiraron durante las marchas, mítines, y eventos culturales. Ya saben: el 2 de octubre no se olvida.

 

En este año tan turbulento, la música estuvo a la altura de los tiempos, y para muestra enlisto diez canciones que sonaron en aquel entonces. Es increíble que ya hayan pasado 55 años de su lanzamiento y siguen teniendo mucha frescura y vigencia.

 

1.- Jumpin´ Jack Flash (The Rolling Stones). Vaya manera de regresar a los primeros planos, pues sus majestades satánicas se dejaron de payasadas psicodélicas y regresaron a sus raíces blueseras y rocanroleras. Este gran tema, producido por Jimmy Miller, fue la antesala del “Beggars Banquet”. El uso de la Gibson Hummingbird acústica afinada en D es impresionante, el mejor riff de todos los tiempos.

 

2.- Picture Book (The Kinks). La banda más infravalorada de todos los tiempos. Con todo, están a la altura o inclusive superiores a The Beatles, Stones o The Who. Contenida en su gran álbum “The Kinks Are the Village Green”, el genio Ray Davies tuvo un momento de nostalgia y rememora eventos con sólo mirar fotografías. Uno de los mejores letristas ingleses de todos los tiempos nos regaló una joya folk psicodélica que, unos años después, Green Day se robaría de una manera descarada.

 

3.- Happiness Is a Warm Gun (The Beatles). Del álbum “The Beatles” o el “Álbum Blanco”, es una de las grandes canciones de John Lennon, con una estructura bastante particular. Probablemente es el mejor título de todos los tiempos para una canción: “She's not a girl who misses much, Do do do do do do, oh yeah…” de los diamantes del cuarteto de Liverpool.

 

4.- Piece of My Heart (Big Brother Hold Company Ft. Janis Joplin) Originalmente grabada por Erma Franklin (hermana de la gran Aretha Franklin); cuando se escuchó la versión del “Cheap Thrills” interpretada maravillosamente por la texana Janis Joplin, ella simplemente se la adueño al despojarla de ese sonido soul y ponerla en un tono más bluesero, en donde se narra la historia de un amor toxico.

 

5.- White Room (Cream) Del álbum “Wheels of Fire”, se trata de composición de Jack Bruce y del poeta Pete Brown; un gran tema sobre la depresión y la desesperanza. Sobresale la gran guitarra wah wah de Eric Clapton (gran atino para utilizarla en la película “The Joker”).

 

 6.- Voodoo Child (Slight Return) (Jimi Hendrix) Qué alucinante manera de cerrar un álbum tan controversial. No hay mucho que decir: el oriundo de Seattle nos dejó sin aliento con esta canción tan poderosa.

 

7.- White Light/White Heat (The Velvet Underground) Canción escrita por Lou Reed y publicada en enero de 1968; lejos, pero muy lejos del sonido jipi que reinaba por ese entonces. Esta canción inicia con golpeteos de piano, guitarra y batería, acompañada con un sonido distorsionado que Reed y compañía usaron para emular el efecto producido por inyectarse metanfetamina. La letra es toda una oda a esta droga.

 

8.- Set the Controls for the Heart of the Sun (Pink Floyd) De la inspiración de Roger Waters, el bajista inglés se dejó influir por la poesía china del periodo de la dinastía Tang. Este álbum fue el último en el que participó Syd Barret, pues David Gilmour ya estaba integrado a la banda; de hecho, esta canción sería de los pocos casos en los que la banda simbolizaría un quinteto. Gran pieza psicodélica.

 

9.- (Sittin´On) The Dock of the Bay (Otis Redding) Canción póstuma del gran Otis Redding que escribió junto a Steve Cropper. La génesis de la canción se dio en una casa barco en el puerto de Waldo Point, en Sausalito, California. El silbido que se escucha al final de la canción fue un momento de improvisación de Otis. Es una de las grandes canciones de todos los tiempos y fue el único número uno que logró Redding, pero que no pudo gozar debido al avionazo que le quitó la vida a las afueras de Wisconsin.

 

10.- Let’s Make The Water Turn Black (The Mothers Of Invention) Gran composición de Frank Zappa. Publicada en el álbum “We’re Only In It For The Money”, la canción trata sobre un par de jóvenes (Kenny y Ronnie) que viven en un pequeño pueblo de San Bernardino, California. Encuentran consuelo en su propio mundo al crear extrañas criaturas para guardar en un cobertizo y jugar a “hagamos que el agua se vuelva negra”, pero -en realidad- es un mensaje sobre la naturaleza opresiva y asfixiante de la vida en un pueblo pequeño que advierte contra el conformismo y alienta la autoexpresión y la libertad individual. Una letra muy fuerte a ritmo de twist.

 

Probablemente no sean las mejores canciones del año, algunas a lo mejor sí; sin embargo, son mis favoritas de ese año.

Weasels Ripped My Flesh


 

Por Oscar Fernández Herrera

 

“Weasels Ripped My Flesh”, de Frank Zappa & The Mothers of Invention, es una obra maestra de la música experimental y de vanguardia. Publicado en 1970, este disco marcó un hito en la carrera del compositor y músico estadounidense. Como si se tratara de una emulsión de rock, jazz, música clásica y electrónica, “Weasels…” es un trabajo completamente intrépido y arriesgado.

 

El título del álbum proviene, aparentemente, de un titular de una revista de historietas de los años cincuenta. Zappa vio el titular en una tienda de cómics y lo encontró divertido y absurdo, por lo que decidió usarlo como la etiqueta de la música que les reseño en esta ocasión.

 

Técnicamente, es un tour de force. La producción es de alta calidad, y cada instrumento se grabó con precisión y cuidado. La combinación de instrumentos es también impresionante, con elementos de rock y jazz fusionados con orquestaciones complejas y sonidos electrónicos. Por otra parte, la habilidad de The Mothers of Invention es impresionante, especialmente en canciones como “Didja Get Any Onya?” -que incluye grabaciones de Zappa y los miembros de The Mothers of Invention en una manifestación en Hollywood en 1968- y “My Guitar Wants to Kill Your Mama”, un verdadero clásico zappiano.

 

Esta última rola fue escrita por Zappa como una respuesta a las canciones de amor cliché que estaban de moda en la época. Su letra es irreverente y provocadora, ya que muestra el lado más subversivo y humorístico de su autor.

 

“Eric Dolphy Memorial Barbecue” fue compuesta como un homenaje al saxofonista Eric Dolphy, quien había fallecido unos años antes. Zappa fue siempre un gran admirador de Dolphy y su influencia se puede escuchar en la música de The Mothers of Invention.

 

 

La portada del álbum es una imagen memorable, pues presenta a un hombre con un globo de texto que dice “Weasels Ripped My Flesh” mientras una multitud se reúne alrededor de él. En su momento, la imagen fue impactante y enigmática, pero Zappa reveló más tarde que el letrero y la imagen en realidad hacían referencia a una historia falsa que él había inventado.

 

A pesar de esas declaraciones, también se ha señalado que la imagen en realidad es una fotografía de un performance de la compañía teatral Living Theatre de Nueva York en 1963. Zappa compró los derechos de la imagen para utilizarla después. En cualquier caso, la portada es una obra de arte única y memorable.

                                                                                    

La influencia del disco ha sido significativa en la música popular y en la cultura en general. Artistas como Captain Beefheart, Tom Waits y Primus han citado a Zappa & The Mothers of Invention como influencias importantes en su propio trabajo. Al mismo tiempo, la combinación de rock y jazz que se encuentra en el elepé ha influido en muchos músicos de jazz rock y fusión que surgieron en la década de los setenta y más allá.

 

A pesar de su impacto en la música, “Weasels Ripped My Flesh” no fue un éxito comercial inmediato. No obstante, la crítica recibió con entusiasmo la obra y aplaudió el riesgo tomado por Zappa al mezclar tantos géneros y estilos diferentes en un solo concepto.

 

¿Favoritas? Definitivamente me quedo con “The Orange County Lumber Truck”, “Directly from My Heart to You” y “My Guitar Wants to Kill Your Mama”.

 

 

Super Mario Bros.


 

Por Oscar Fernández Herrera

 

¿¡Quién se sabe incapaz de señalar a Super Mario cuando lo ve!? El célebre plomero creado por Shigeru Miyamoto para la larguísima saga de videojuegos desarrollada y comercializada por Nintendo es reconocido por millones (sí, millones) en el mundo. Qué importa si alguno de ustedes, queridos lectores, nunca ha jugado una de sus increíbles aventuras, el simpatiquísimo italiano se ha ganado el corazón de miles durante casi cuarenta años. Pocos han escapado a su hechizo. Yo no.

 

En 1993, un primer filme de Mario Bros. llegó a las de cine para estrellarse en la fosa del descrédito y la indiferencia. Después de esa tremenda desilusión, Nintendo, propietaria de los todos los derechos de producción y comercialización relacionados con Mario Bros. y compañía, decidió llevarse las cosas con más calma. Los fanáticos tendrían que esperar treinta años para entusiasmarse finalmente con una película bien hecha del fontanero saltarín más famoso.

 

Producida por Illumination y distribuida por Universal Pictures, “Super Mario Bros.: La Película” armoniza, con asombrosos resultados, las concepciones de los géneros de héroes y princesas para embobarnos (en el mejor de los sentidos) con un relato lleno de guiños a los videojuegos. Sí, la historia es algo simplona y, en ocasiones, un poco desordenada; no obstante, lo compensa con el esmerado diseño de personajes y escenarios, la música, los sonidos y la enorme cantidad de referencias a los distintos juegos que integran a su interminable universo.

 

Este filme animado funciona gracias a su fidelidad, pues respeta las formas y la personalidad de los protagonistas. Que Mario y Luigi se enfrenten a Bowser para rescatar a la Princesa Peach (que para nada es una chica en dificultades insuperables) no es ninguna primicia; sin embargo, se nota la atención y el entusiasmo para que esta entrega cinematográfica resultara una auténtica chulada. La narración es llana, pero eso atrae a los más pequeños (quienes, por cierto, son una buena parte del público al que se dirige) porque se familiarizan inmediatamente con ella. Los adultos, por otra parte, permanecerán atentos mientras la nostalgia se apodera de ellos.

 

La cantidad de detalles, pormenores y homenajes es grandísima que, les aseguro, encontrarás nuevos elementos con cada mirada: los diferentes reinos, la colosal fortaleza voladora de Bowser, el gracioso Donkey Kong, Jumpman (antecesor directo de Mario Bros.), los infames secuaces, disfraces con poderes especiales, banderines, la mansión de Luigi, flores de fuego, estrellas de poder, una carrera al mejor estilo de “Mario Kart”, enemigos ocultos como las marchimotas y los cheep cheep, el traje de Tanooki y la caja de música de “Mario Bros. 3”, bloques POW, llaves, cofres, la flor boomerang de “Mario 3D Land”, un huevo de Yoshi, las plumas planeadoras que aparecen en “Super Mario World” y el hacha de final de castillo del clásico “Super Mario Bros.” … ¿¡le seguimos!?

 

Por si fuera poco, “Peaches”, la canción que le dedicó Bowser a la Princesa Peach, se ha viralizado a un ritmo rapidísimo. Compuesta e interpretada por Jack Black (quien interpreta al malote de Bowser), “Peaches” no estaba contemplada inicialmente hasta que los directores se lo propusieron a la estrella de “Escuela del Rock”. El resultado es historia.

 

Con relación a si la princesa es feminista, es importante señalar que Peach siempre fue un personaje poderoso (desde uno de los primeros juegos era elegible sin restricciones) e incluso ha sido protagonista de su propio videojuego. Por último, la cinta es sobre la familia (y esto debe subrayarse con insistencia). No, no es un relato de “un hombre cuidando a otro hombre”. Son dos hermanos que se acompañan y protegen, y que entienden perfectamente lo que ello representa. Controversias desechadas.

 

¿¡Qué espera!? ¡Disfrútela ya en su cine favorito!

 

Nadie nos va a extrañar

  Por Oscar Fernández Herrera     Con frecuencia leo cómo la gente idealiza las décadas de los años sesenta, setenta e incluso ochenta...