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sábado, 25 de enero de 2025

Emilia Pérez


 

Por Oscar Fernández Herrera

 

 

Hace unas semanas, al escuchar un podcast sobre cine, supe de “Emilia Pérez”. En él, los conductores anticipaban la tormenta que arreciaría debido a sus pretensiones y, sobre todo, al desconocimiento que el director tiene de la crudísima realidad mexicana. Una que prefirió ignorar a tal grado porque reconoció que no hubo investigación alguna para cimentar el argumento de su película.

 

El director francés Jacques Audiard, conocido por su enfoque visceral y complejo del cine, se descarriló con “Emilia Pérez”. Si bien el proyecto lucía prometedor para algunos sectores de la crítica, fracasó en muchísimos aspectos clave.

 

En primer lugar, el guion es uno de sus puntos más débiles. El intento de combinar drama y thriller parece forzado y carece de una estructura coherente. Las motivaciones de los personajes, especialmente las de la protagonista, están pobremente definidas, lo que hace que sus acciones sean difíciles de entender. Los intentos de crear giros y vueltas “sorprendentes” en la narrativa sólo provocan una tremenda desconexión entre el público (el que se anime a verla).

 

Por otra parte, la dirección de Audiard, que en el pasado demostró una notable capacidad para mezclar tensión y emoción, ahora termina aplastada por el tono tan inconsistente del largometraje. El ritmo es entrecortado y no logra darle a las escenas el peso dramático necesario, por lo que pierde fuerza en momentos que se suponen importantes. Las transiciones entre géneros son inconsecuentes y la película se siente incoherente, como si buscara una identidad que nunca encuentra.

 

Se las describo como un filme burgués que busca “romper esquemas” y ser revolucionario frente a un problema que agobia a millones de latinoamericanos. El resultado es insultante por donde se le mire. ¿Lo peor? ¡Que además nos la sueltan como un pinche musical!

 

El reparto, encabezado por Zoe Saldaña, Selena Gomez y Karla Sofía Gascón, no supera los incontables fallos de un texto digno de un churro telenovelero (de los peorcitos). Las interpretaciones, aunque pretenden ser correctas e impactantes, no transmiten profundidad. El limitado rango actoral de Saldaña es irrebatible y mejor no hablemos del lamentable acento de Gomez. Karla Sofía es quien logra hacerse notar (al menos) al principio de las acciones. Parte de esto se debe a la torpeza de la dirección.

 

Al final, no aporta nada nuevo al cine contemporáneo. En su intento por explorar temas de identidad, familia y autodescubrimiento, “Emilia Pérez” se estrella vilmente en los clichés y convenciones del cine de autor que, en lugar de ofrecer algo nuevo, se atasca en fórmulas cansadas y repetidas. La película, a pesar de sus “buenas intenciones”, se pierde en un montón de malas ejecuciones.

 

Sí, “Emilia…” no es valiente, es un desfile de sinsentidos. Como si se tratara de la peste bubónica, aléjese de ella inmediatamente.

2 comentarios:

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