Vistas a la página totales

domingo, 8 de octubre de 2023

En la Celebración Negra


 

Por Edgar Fernández Herrera

 

A Alejandra y Enrique, por compartir este momento inolvidable

 

 

Tenía yo como unos ocho u nueve años, cuando escuché por primera vez a Depeche Mode y, desde ese momento hasta la fecha, no he dejado de ponerles atención. Siempre me han sorprendido, pues ya es una banda con un largo andar en la industria musical. En este 2023 publicaron su decimo quinto álbum, titulado “Memento Mori” que, pese a que no está a la altura de obras maestras como “Music for the Masses” o “Violator”, la verdad es que no desmerece en lo absoluto. Es un buen álbum con dos tipos (Dave Gahan y Martin Gore) con todo el andar el mundo y, si no, para muestra escuchen el primer sencillo “Ghost Again”. Con este disco bajo el brazo, la banda de Basildon, Inglaterra, se dio a la tarea de salir de gira para darle promoción a la placa y desempolvar sus grandes hits.

 

México fue considerado para la gira mundial. Al inicio, con una sola fecha: el 21 de septiembre de este año. Está de más decir que los boletos se acabaron en muy poco tiempo. Al ver la demanda, se abrieron dos fechas más. Mi amigo Enrique Martínez fue el que me dio la sorpresa, adquirió tres boletos para: Alejandra (su esposa), para él y otro para mí, y serían para la primera fecha.

 

Está de más decir lo contento que me puse, pero no estaba tan sencilla la situación. Para empezar, el concierto se programó entre semana (vivir en Cancún complica mucho las cosas), pero decidí tranquilizarme y tramitar el permiso que, una vez obtenido, me obligó a buscar vuelo y hospedaje.

 

Por fin jueves 21 de septiembre; mi vuelo salía a las 9:30 A.M., y despegó puntual. Al llegar al AICM, lo primero que hice fue reportarme con Enrique para ponernos de acuerdo en el lugar de encuentro. La cita se acordó a las 16:00 hrs en la puerta 15 del Foro Sol. Me apresuré y alisté para verlos; después de un robo descarado del pinche taxista, por lo que me cobró y el lugar donde me dejó, llegué a la puerta 15, donde ya me esperaban Enrique y Alejandra. Después de los gratos saludos, Enrique nos confesó que nos citó temprano porque antes del concierto estaríamos en una zona VIP Lounge.

 

Todo en aquella zona fue muy agradable, pues nos obsequiaron unos detalles alusivos a Depeche Mode, y disfrutamos de bocadillos y bebidas; después de unas horas nos avisaron que era hora de dirigirse al foro para tomar nuestros lugares.

 

Fue Kelly Lee Owens la encargada de ambientar al respetable y lo hizo muy bien. Buen set y, sobre todo, un sonido muy nítido; estuvo durante treinta minutos. Ahora sí faltaba poco para ver a Depeche Mode.

 

Contrario al dicho “puntual como un inglés”, la banda salió treinta minutos después de la hora programada. Justo a las 21:30 horas los de Basildon tomaron el escenario y empezó a sonar “My Cosmos Is Mine”, canción abridora del nuevo disco. Todos estábamos expectantes, con la emoción al límite, pero debo de aceptar que el inicio fue bastante frío debido a ellos. Continuaron con “Wagging Tongue”, también del nuevo plato; sigo sintiendo un poco frío el ambiente, pero se ve a Gahan con una soltura sobre el escenario envidiable y su voz está fenomenal. Aunque sea lea incongruente, le agradezco a Gahan y Gore que no apelen a su gran pasado y que nos entreguen estos nuevos temas.

 

El foro ahora sí explota, pues la carne ya está en el asador. Comienza a sonar “Walking In Mi Shoes”; la emoción al máximo, que da su lugar a “It’s No Good”. Todos cantando y bailando, a Gahan ya se le ve más suelto y sonriente. De repente, bajan los decibeles con una canción muy tranquila y una gran sorpresa: “Sister Of Night”. del álbum “Ultra”. Esta canción de plano jamás la esperé. Muy agradecido.

 

Después de la soberbia ejecución de “In Your Room”, una de mis favoritas, Depeche nos regaló el gran clásico “Everything Counts”. Nos puso a bailar y cantar; se escuchó soberbia, pero no superó la versión de 101, que es única e irrepetible. El ambiente es inmejorable y la cerveza fluía de manera constante; después sonaron “Precious” (¡asombrosa!) y “Speak To Me”.

 

Llegó el momento en que Martin Gore se apodera del escenario, con su voz, para deleitarnos con la enorme “A Question Of Lust”, contenida en “Black Celebration”, mi álbum favorito, que remató con “Soul With Me”. Gore en plan grande.

 

Después del momento íntimo, sonó “Ghost Again”, el primer sencillo de “Memento Mori”, para pasar con otro gran clásico (una de las canciones mas roqueras de la banda, de un periodo muy fuerte para ellos, sobre todo de Gahan): “I Feel You”, del grandioso “Songs Of Faith And Devotion”. Sonó espectacular, poderosa y hasta furiosa, pareciera que el lugar se iba a caer de tanto éxtasis.

 

Después llegó el momento más emotivo de la noche: Andy Fletcher aparece en las pantallas, en unas fotografías de archivo que, según yo, datan del 1989. Empezó a sonar “World In My Eyes”. Andy quizás no era un musico destacado; sin embargo, es muy querido por todo lo que le aportó a la banda. Desgraciadamente se nos adelantó en mayo del año pasado. Fue un pequeño tributo, pero muy merecido para uno de lo fundadores de la banda; pareciera un momento triste, pero no, al contrario, fue una celebración de la vida de Andy Fletcher.

 

Un par de canciones más: “Stripped” y “John The Revelator” que, a mi gusto, pudo haber quedado afuera y ceder su lugar a otra mejor canción. Pero lo que sigue no tiene paragón: “Enjoy The Silence”, de esa obra maestra “Violator”. Los recuerdos de mi adolescencia pasan por mis ojos, como cuando Silvia me compró mi casete que, desgraciadamente no conservé. Después de ese momento cumbre, la banda se despidió. Nosotros nos quedamos a pedir más y más.

 

Regresaron al escenario y escuchamos unos acordes obscuros; se trata de “Waiting For The Night” (también del “Violator”). Otra gran sorpresa que tampoco pensé escuchar. La melancolía se apodera del Foro Sol, momento sublime; después de esto, retrocedemos 42 años para que escuchemos la pegadiza y bailable “Just Can’t Get Enough”. Dave Gahan nos pidió que lo acompañáramos en el coro. Gritos y baile al máximo. Después se escuchó la guitarra introductoria de “Never Let Me Down Again”. Estuve al borde de las lágrimas, más emocionado que nunca (aunque ya sin voz). Gahan cantó enormemente y la banda ejecutó la canción de forma magistral. Dave retomó lo que inició hace 35 años en su interpretación de esta canción en el Pasadena Rose Bowl. Incitó al público a mover los brazos de derecha a izquierda con el ritmo de la canción. Otro momento cumbre, ¡vaya encore! Empezó a sonar la obscura y blasfema “Personal Jesus”; la guitarra de Gore sonó majestuosa. Desgraciadamente para todos los feligreses, con este tema, la “Celebración Negra” finalizó. Gahan, Gore y la banda se despidieron para ya no volver.

 

La gran ausente de la noche fue “Policy Of Truth”. No puedo creer que no la hayan interpretado. Sí me dolió no haberla escuchado. Tristeza total, a pesar del gran set list.

 

Salimos del Foro Sol y me dan un aventón mis amigos al hotel en el que me hospedé. Tengo unas pocas horas de sueño porque regreso a Cancún en el vuelo de las seis y voy totalmente “muerto”, pero muy contento por haber cumplido uno de mis sueños: ver a Depeche Mode en concierto, un sueño que desde adolescente tenía. Valió la pena la espera.

 

 

 

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nadie nos va a extrañar

  Por Oscar Fernández Herrera     Con frecuencia leo cómo la gente idealiza las décadas de los años sesenta, setenta e incluso ochenta...