Por Edgar
Fernández Herrera
A
Alejandra y Enrique, por compartir este momento inolvidable
Tenía yo como unos ocho u nueve años, cuando
escuché por primera vez a Depeche Mode y, desde ese momento hasta la fecha, no
he dejado de ponerles atención. Siempre me han sorprendido, pues ya es una
banda con un largo andar en la industria musical. En este 2023 publicaron su
decimo quinto álbum, titulado “Memento Mori” que, pese a que no está a la
altura de obras maestras como “Music for the Masses” o “Violator”, la verdad es
que no desmerece en lo absoluto. Es un buen álbum con dos tipos (Dave Gahan y
Martin Gore) con todo el andar el mundo y, si no, para muestra escuchen el
primer sencillo “Ghost Again”. Con este disco bajo el brazo, la banda de
Basildon, Inglaterra, se dio a la tarea de salir de gira para darle promoción a
la placa y desempolvar sus grandes hits.
México fue considerado para la gira mundial. Al
inicio, con una sola fecha: el 21 de septiembre de este año. Está de más decir
que los boletos se acabaron en muy poco tiempo. Al ver la demanda, se abrieron
dos fechas más. Mi amigo Enrique Martínez fue el que me dio la sorpresa, adquirió
tres boletos para: Alejandra (su esposa), para él y otro para mí, y serían para
la primera fecha.
Está de más decir lo contento que me puse,
pero no estaba tan sencilla la situación. Para empezar, el concierto se
programó entre semana (vivir en Cancún complica mucho las cosas), pero decidí
tranquilizarme y tramitar el permiso que, una vez obtenido, me obligó a buscar
vuelo y hospedaje.
Por fin jueves 21 de septiembre; mi vuelo
salía a las 9:30 A.M., y despegó puntual. Al llegar al AICM, lo primero que hice
fue reportarme con Enrique para ponernos de acuerdo en el lugar de encuentro. La
cita se acordó a las 16:00 hrs en la puerta 15 del Foro Sol. Me apresuré y alisté
para verlos; después de un robo descarado del pinche taxista, por lo que me
cobró y el lugar donde me dejó, llegué a la puerta 15, donde ya me esperaban
Enrique y Alejandra. Después de los gratos saludos, Enrique nos confesó que nos
citó temprano porque antes del concierto estaríamos en una zona VIP Lounge.
Todo en aquella zona fue muy agradable, pues nos
obsequiaron unos detalles alusivos a Depeche Mode, y disfrutamos de bocadillos
y bebidas; después de unas horas nos avisaron que era hora de dirigirse al foro
para tomar nuestros lugares.
Fue Kelly Lee Owens la encargada de ambientar
al respetable y lo hizo muy bien. Buen set y, sobre todo, un sonido muy nítido;
estuvo durante treinta minutos. Ahora sí faltaba poco para ver a Depeche Mode.
Contrario al dicho “puntual como un inglés”,
la banda salió treinta minutos después de la hora programada. Justo a las 21:30
horas los de Basildon tomaron el escenario y empezó a sonar “My Cosmos Is Mine”,
canción abridora del nuevo disco. Todos estábamos expectantes, con la emoción
al límite, pero debo de aceptar que el inicio fue bastante frío debido a ellos.
Continuaron con “Wagging Tongue”, también del nuevo plato; sigo sintiendo un
poco frío el ambiente, pero se ve a Gahan con una soltura sobre el escenario
envidiable y su voz está fenomenal. Aunque sea lea incongruente, le agradezco a
Gahan y Gore que no apelen a su gran pasado y que nos entreguen estos nuevos
temas.
El foro ahora sí explota, pues la carne ya
está en el asador. Comienza a sonar “Walking In Mi Shoes”; la emoción al máximo,
que da su lugar a “It’s No Good”. Todos cantando y bailando, a Gahan ya se le
ve más suelto y sonriente. De repente, bajan los decibeles con una canción muy
tranquila y una gran sorpresa: “Sister Of Night”. del álbum “Ultra”. Esta
canción de plano jamás la esperé. Muy agradecido.
Después de la soberbia ejecución de “In Your
Room”, una de mis favoritas, Depeche nos regaló el gran clásico “Everything
Counts”. Nos puso a bailar y cantar; se escuchó soberbia, pero no superó la
versión de 101, que es única e irrepetible. El ambiente es inmejorable y la
cerveza fluía de manera constante; después sonaron “Precious” (¡asombrosa!) y
“Speak To Me”.
Llegó el momento en que Martin Gore se apodera
del escenario, con su voz, para deleitarnos con la enorme “A Question Of Lust”,
contenida en “Black Celebration”, mi álbum favorito, que remató con “Soul With
Me”. Gore en plan grande.
Después del momento íntimo, sonó “Ghost Again”,
el primer sencillo de “Memento Mori”, para pasar con otro gran clásico (una de
las canciones mas roqueras de la banda, de un periodo muy fuerte para ellos,
sobre todo de Gahan): “I Feel You”, del grandioso “Songs Of Faith And Devotion”.
Sonó espectacular, poderosa y hasta furiosa, pareciera que el lugar se iba a
caer de tanto éxtasis.
Después llegó el momento más emotivo de la
noche: Andy Fletcher aparece en las pantallas, en unas fotografías de archivo
que, según yo, datan del 1989. Empezó a sonar “World In My Eyes”. Andy quizás
no era un musico destacado; sin embargo, es muy querido por todo lo que le aportó
a la banda. Desgraciadamente se nos adelantó en mayo del año pasado. Fue un
pequeño tributo, pero muy merecido para uno de lo fundadores de la banda;
pareciera un momento triste, pero no, al contrario, fue una celebración de la
vida de Andy Fletcher.
Un par de canciones más: “Stripped” y “John
The Revelator” que, a mi gusto, pudo haber quedado afuera y ceder su lugar a
otra mejor canción. Pero lo que sigue no tiene paragón: “Enjoy The Silence”, de
esa obra maestra “Violator”. Los recuerdos de mi adolescencia pasan por mis
ojos, como cuando Silvia me compró mi casete que, desgraciadamente no conservé.
Después de ese momento cumbre, la banda se despidió. Nosotros nos quedamos a
pedir más y más.
Regresaron al escenario y escuchamos unos
acordes obscuros; se trata de “Waiting For The Night” (también del “Violator”).
Otra gran sorpresa que tampoco pensé escuchar. La melancolía se apodera del
Foro Sol, momento sublime; después de esto, retrocedemos 42 años para que
escuchemos la pegadiza y bailable “Just Can’t Get Enough”. Dave Gahan nos pidió
que lo acompañáramos en el coro. Gritos y baile al máximo. Después se escuchó
la guitarra introductoria de “Never Let Me Down Again”. Estuve al borde de las
lágrimas, más emocionado que nunca (aunque ya sin voz). Gahan cantó enormemente
y la banda ejecutó la canción de forma magistral. Dave retomó lo que inició
hace 35 años en su interpretación de esta canción en el Pasadena Rose Bowl. Incitó
al público a mover los brazos de derecha a izquierda con el ritmo de la
canción. Otro momento cumbre, ¡vaya encore!
Empezó a sonar la obscura y blasfema “Personal Jesus”; la guitarra de Gore sonó
majestuosa. Desgraciadamente para todos los feligreses, con este tema, la
“Celebración Negra” finalizó. Gahan, Gore y la banda se despidieron para ya no
volver.
La gran ausente de la noche fue “Policy Of
Truth”. No puedo creer que no la hayan interpretado. Sí me dolió no haberla
escuchado. Tristeza total, a pesar del gran set list.
Salimos del Foro Sol y me dan un aventón mis
amigos al hotel en el que me hospedé. Tengo unas pocas horas de sueño porque
regreso a Cancún en el vuelo de las seis y voy totalmente “muerto”, pero muy
contento por haber cumplido uno de mis sueños: ver a Depeche Mode en concierto,
un sueño que desde adolescente tenía. Valió la pena la espera.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario