Por Oscar Fernández Herrera
Sumaba escasos siete abriles cuando escuché “We are the
world” por primera vez. La impresión que ocasionó en mí fue ramplona del
principio al fin porque no sabía inglés ni comprendía lo que una terrorífica
hambruna significaba. Con el tiempo (y mayor comprensión del idioma de los
gringos), la música de Michael Jackson capturó mi atención, lo que me llevó –lógicamente-
a reconsiderar el himno que Jacko y Lionel Richie compusieron en 1985 para
combatir el hambre en Etiopía. Mi sentencia inicial pasó de un extremo a otro
rápidamente.
Pese a lo anterior, sospeché que “La noche más grande del
pop” sería un documental soporífero y redundante, como muchos que sólo
atiborran los catálogos de las plataformas digitales más comerciales. ¡Qué
grata sorpresa me llevé cuando empecé a verla! Su gran cualidad es, sin duda,
su falta de pretensiones, pues en ella atestiguamos cómo fue el proceso de
grabación sin ningún disimulo o artimaña: errores líricos, batallas de personalidad,
opiniones frustradas, una celebridad pasada de copas, voces fuera de tono, y
reacciones precipitadas.
Los grandes protagonistas de “The Greatest Night In Pop”
–además de la canción y del enorme número de estrellas que la interpretaron-
son Quincy Jones y Michael Jackson, si bien Lionel Richie es el historiador de
una noche francamente mágica.
Anticipándose a la gran noche, los buenos deseos y los
enmarañados planes desfilaron poco a poco para darle forma a uno de los
acontecimientos filántropos más célebres y recordados de los años ochenta. ¿Cómo
reúnes a estrellas del calibre de Stevie Wonder, Smokey Robinson, Diana Ross, Ray
Charles, Bruce Springsteen, Tina Turner, Bob Dylan, Paul Simon, Cyndi Lauper, Daryl
Hall, Kim Carnes, y Huey Lewis, entre muchas otras, en los A&M Recording
Studios después de los American Music Awards el 28 de enero de 1985? Aquí están
todas las respuestas. Por cierto, resulta realmente emocionante no perder de
vista cómo todos los ahí presentes aplauden a Harry Belafonte, quien
–impresionado por el éxito de la canción “Do they know it’s Christmas?”- obró
para que “We are the world fuera una realidad.
Podemos ver cómo la sección de coros fue grabada en primer
lugar, con los artistas sentados juntos alrededor de un micrófono. Posteriormente,
cada solista grabaría sus partes individualmente (“We are…” fue registrada en
cinta analógica de dos pulgadas utilizando un equipo de alta calidad para capturar
las voces de los artistas).
La canción se convirtió en un éxito instantáneo y recaudó
millones de dólares para ayudar a combatir la crisis alimentaria africana. Ganó
varios premios, incluidos cuatro premios Grammy.
Madonna y Prince fueron los grandes ausentes, aunque sí se
comenta por qué no colaboraron en el proyecto (el geniecillo de Minneapolis
ofrecería después el track “For the tears in your eyes” para el álbum que, al
final, vendió millones).
“We are the world” es una de las canciones benéficas más
reconocidas y exitosas en la historia de la música, y su mensaje de unidad y ayuda
humanitaria sigue siendo relevante hasta el día de hoy. El videoclip, que
mostraba a los artistas grabando en el estudio e incluía imágenes de la
devastación en África, también dejó una enorme impresión en la gente.
Disponible en Netflix.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario