Por Edgar Fernández
Herrera
Para Ericka
“Una polémica portentosa sobre el devenir de una
nación afectada por problemas climáticos y contaminación”, y cómo “un gobierno
oportunista y autocrático impuso un aislamiento nacional en el que cada persona
está enchufada a una red de entretenimiento”.
El primer recuerdo
que tengo de esta gran banda inglesa se remonta a un programa que transmitía
Canal 9 llamado “Estudio 54”, y que conducido por un señor llamado Jaime Almeida.
En uno de esos programas, Almeida se lo dedicó al Cuarteto de Liverpool, pero en
algún momento mencionó a las bandas que acompañaron a los Fab Four en su
invasión a los Estados Unidos. Entre otras bandas, señaló a The Who, junto con
una presentación televisiva antiquísima (por lo menos así lo vi). La imagen, en
blanco y negro, mostraba un escenario y cuatro chicos que interpretaban una
música bastante distorsionada. Muchos años después me enteré que esa
presentación televisiva era en el mítico “Ready Steady, Go!”, emitido el 1º de
Julio de 1965, y la canción era “Anyway, Anyhow, Anywhere”.
The Who se convirtió,
con el paso de los años, en una de mis bandas favoritas. Por otra parte, todo
mi desmadre rocanrolero fue inspirado, aunque de manera mas mesurada, por Keith
Moon, el mejor baterista que ha tenido el genero (además de ser el primer gran
rock star con todos los excesos que se exige), un genio por donde se le vea. Él
y John Entwistle formaron la mejor sección rítmica que el rock pudo tener: dos
músicos notabilísimos en sus instrumentos que de repente aportaron tremendas
composiciones al repertorio de la banda.
Para 1971, el líder y
genio narigón Pete Townsend, pasaba por una crisis artística, pues no podía
plasmar del todo la idea de una nueva opera rock. Generalmente a él se le
atribuye ser el primero en presentar una opera de este tipo; sin embargo, está
la disputa con el S.F. Sorrow de los Pretty Things o Arthur de los
infravalorados The Kinks. Lo cierto es que después del éxito descomunal de
Tommy, Townsend ambicionaba algo más, y el guitarrista empezó a trabajar y
plasmar sus ideas para el ambicioso proyecto “Lifehouse”.
Por desgracia,
Townsend nunca pudo cristalizar su idea y fue tal la frustración que abandonó
todo, pero -para fortuna de la humanidad- Kirt Lambert lo obligó a sacar un
nuevo disco para la banda; ya saben, lo de las obligaciones contractuales. Para
salir del paso, se recopiló trabajo de “Lifehouse” y, de la mano de Glyn Jones,
se trabajó y produjo el diamante de la discografía de The Who: “Who´s Next”.
Una grabación
prácticamente perfecta, extraordinaria y fundamental que, aunque no tiene una
conexión de temas, las canciones presentadas en el plato son absolutamente
soberbias. Desde la inicial “Baba O’ Riley”, con esa introducción muy atípica
del grupo el usar una secuencia de acordes, interpretadas por un sintetizador, hasta
el gran cierre con un alegato a los ideales revolucionarios por medio de la
majestuosa “Won´t Get Fooled Again”. Todo un álbum de pleno y absoluto rock and
roll.
El 2021 el álbum cumplió
50 años; sin embargo, fue hasta 2023 que la banda anunció la reedición del
mítico álbum, con 155 pistas, (89 inéditas). Además de remixes y nuevas mezclas,
y dos soberbias presentaciones del grupo en el Young Vic Theatre de Londres y el
Civic Auditorium de San Francisco, EU, ambas de 1971, en pleno apogeo de The
Who.
Todo contenido en una
caja de diez CDs que resulta toda una experiencia totalizadora, donde se puede
apreciar todo el proceso, desde las sesiones caseras de Pete Townsend para el
entonces llamado “Lifehouse”, hasta los trabajos en Twickenham.
Terminaré este
escrito con una respuesta que di alguna vez a una persona sobre este álbum:
“¿Es el mejor álbum de los Who? De una manera muy serena contesté: “No, es el Álbum
de The Who””.
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