Oscar Fernández Herrera
Frank Zappa and the Mothers of Invention combinaron talento
musical con mordaz ironía para crear una mezcla única de rock progresivo, jazz
y música clásica. Su capacidad para manejar estructuras musicales complejas y
letras satíricas desafió las convenciones de la época, pues nos regalaron
críticas mordaces de la sociedad y la cultura pop que, dichosamente, irradiaron
una habilidad técnica y una creatividad incomparables.
Como fiel testimonio del auge freak que estos expertísimos
músicos lograrían, llega “Live At The Whisky A Go Go 1968”, un álbum triple que
registra, en directo, una presentación de Zappa y sus madres en Los Ángeles,
California, cuando entraban en un pico temprano de su tremenda genialidad. El
setlist incluye cuidadísimas interpretaciones de clásicos como “King Kong”,
“Help, I’m A Rock”, “Brown Shoes Don’t Make It”, “Hungry Freaks, Daddy” y
“Plastic People”, entre muchos otros.
El recital tiene un espíritu que camina entre el jazz,
blues y psicodelia, con toques de música clásica y muchísimas improvisaciones.
Todo lógico pero libre, y viceversa.
Probablemente los seguidores ocasionales (o primerizos) de
Zappa encuentre que “Live At The Whisky A Go Go 1968” puede ser grotesco e inaudible.
Gravísimo error. Se trata de una demostración más de por qué el oriundo de
Baltimore es una leyenda de la música. Sí, las larguísimas espontaneidades ponen
a prueba la paciencia de cualquiera, pero, sí conoces a Zappa, sabes qué
esperar.
Por desgracia, el show de cinco horas no está completo,
pues faltan las presentaciones de los teloneros Alice Cooper y Wild Man Fischer
(aunque éstas han circulado antes en discos no oficiales).
¿Condescendiente? A ratos. ¿Genial? ¡Por mucho! Es un
conciertazo que debe escucharse y coleccionarse sin dudar.
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