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sábado, 23 de noviembre de 2024

Los Enviados


 

Por Oscar Fernández Herrera

 

 

“Los Enviados” es un thriller psicológico mexicano que se estrenó en 2022, producido por Paramount+ y dirigido por el director argentino Juan José Campanella. La serie de ocho episodios profundiza en los reinos del misterio, la espiritualidad y los thrillers psicológicos, entregando una narrativa inquietante que explora la dualidad entre fe y razón, la existencia de lo sobrenatural y los límites de la moralidad humana.

 

Esta asombrosa historia sigue a Simón y a Pedro (Miguel Ángel Silvestre y Luis Gerardo Méndez), dos sacerdotes enviados a San Acacio, un remoto pueblo de México, por la Iglesia Católica. Tienen la tarea de investigar una serie de supuestos milagros que ocurren en este lugar, ya que detrás de estos fenómenos se sospecha manipulación o engaño. Cuando los presbíteros comienzan a investigar, descubren que los hechos no tienen explicación lógica y la gente del pueblo parece estar atrapada en un misterio colectivo.

 

“Los Enviados” tiene la sensación de un thriller psicológico, donde las creencias religiosas y las dudas existenciales de los personajes son tan cruciales como resolver los misterios que los rodean. A lo largo de la serie, Simón y Pedro enfrentan situaciones que desafían su comprensión de su fe mientras enfrentan sus propios demonios internos, tanto físicos como psicológicos.

 

El suspenso es un hilo conductor, y aunque tiene sus raíces en un contexto religioso, profundiza en cuestiones sobre la naturaleza de la humanidad y la filosofía. La serie va más allá de contar historias de lo paranormal y se basa en profundas reflexiones sobre la moralidad, la fe, la culpa y el perdón. Las dudas sobre si los hechos ocurridos son un verdadero milagro o un engaño recorren toda la trama, creando una constante sensación de tensión e incertidumbre, si bien hay ciertos toques de comedia que templan, por momentos, muchísimas sensaciones de angustia y zozobra.

 

El estilo narrativo de “Los Enviados” es oscuro y melancólico, y su atmósfera refleja la soledad y el aislamiento del pequeño pueblo donde se desarrolla la historia. El ritmo del espectáculo es deliberadamente lento, lo que resulta en una mayor sensación de malestar a medida que los protagonistas profundizan en los secretos del lugar. Los planos largos y las escenas desoladas hacen que el entorno juegue un papel importante en la construcción del suspenso, pues reflejan el abandono físico y emocional de los personajes.

 

Las actuaciones son uno de los aspectos más destacados de la serie. Miguel Ángel Silvestre, mejor conocido por su papel en “Sense8”, interpreta a Simón, un sacerdote que comienza su investigación con sospecha, pero su fe será muy puesta a prueba a lo largo de cada episodio. Su caracterización como un hombre racional y, a la vez, profundamente conflictuado emocionalmente, aporta una gran carga dramática al personaje. Por su parte, Luis Gerardo Méndez como Pedro, el compañero de Simón, interpreta a un sacerdote menos experimentado, pero igualmente atormentado por su pasado y su relación con la fe.

 

El contraste entre ambos personajes es crucial para la dinámica de la serie, pues mientras Simón se considera una persona racional, Pedro parece más susceptible a los aspectos emocionales y espirituales de los acontecimientos. Esta diferencia en el enfoque del misterio que se les presenta está bien delineada y es crucial para generar tensión narrativa.

 

Los personajes secundarios, especialmente la gente del pueblo y las figuras religiosas locales, desempeñan papeles importantes y proporcionan pistas y preguntas para la trama principal. Cada uno construye capas de misterio y contradicción, enriqueciendo la atmósfera de suspenso de la serie.

 

Por último, es importantísimo destacar la participación de Assira Abbate como la (incómoda) Hermana Emilia. Es un diez de diez.

 

“Los Enviados” se adentra en varias temáticas universales, pero con un enfoque muy particular en la religión, la fe y la culpabilidad. A través de la investigación de los milagros y los fenómenos inexplicables, se plantea la cuestión de si el ser humano está dispuesto a aceptar lo incomprensible o si, por el contrario, la razón debe prevalecer en todo momento. En este contexto, los dos sacerdotes se enfrentan a dilemas sobre la naturaleza de lo que consideran “milagroso” y la verdad detrás de lo sobrenatural.

 

La serie plantea también la idea de la culpa y la necesidad de redención, temas recurrentes en el contexto religioso, pero también profundamente humanos. La dualidad entre el perdón y la justicia se pone sobre la mesa, a medida que los protagonistas luchan con su propio pasado y con la función que tienen en un mundo que cuestiona lo divino y lo terrenal. El modo en que “Los Enviados” mezcla estas preocupaciones filosóficas con elementos de suspenso psicológico hace que la serie no solo sea entretenida, sino que también invite a la reflexión.

 

La segunda temporada es mucho mejor que la primera. Disfrútelas ambas en Netflix.

 

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