Por Oscar Fernández Herrera
Con una trayectoria que ya rebasa las tres décadas, algo
bastante inusual para los artistas japoneses, el DJ y productor Towa Tei nos ha
regalado prodigios sonoros como “Last Century Modern”, “Mach2012” y “Flash”, sólo
por mencionar los más populares. Su capacidad para adaptarse y transformarse
frente a las modas es, quizá, su mayor virtud. Una que le ayudó a forjar una
carrera musical tan apasionante como radical.
“Ah!!”, su más reciente producción, se dio a conocer como
“su último disco”, algo que, en un principio, no disparó las alarmas porque Tei
se encuentra en un retiro continuo (con sus vaivenes), lo que le ha permitido
la grabación de algunos álbumes en solitario y con Sweet Robots Against The
Machine, su proyecto alterno.
Como en otros de sus apasionantes episodios musicales, este
álbum es un coctel de ritmos que se pasean del lounge al pop más experimental,
sin olvidar la electrónica que tanto impulsa el DJ. En las once canciones que
lo integran apreciamos a un artista tremendamente habilidoso y feliz de hacer
música. Para este grandioso “Ah!!”, la lista de colaboradores es sorprendente,
pues incluye a figuras destacadas como Takkyu Ishino, Yukihiro Takahashi,
Haruomi Hosono, Chappo, Verbal y muchos otros.
“The Finest”, el track inicial, con su guiño a Kraftwerk
(que ya había hecho en “Consumer Electronics”, de “LP”, publicado cuatro años
antes) redefine la nostalgia para que no iguale a un simple chantaje. Sus
sampleos me transportaron inmediatamente a aquellos días cuando escuchaba sus
discos en bucle. “Typical!” es un enorme gancho para atraer a un público que,
por desgracia, no lo conoce.
“B4GP4B”, una reinterpretación de “Blue For Girls, Pink For
Boys”, de “Lucky”, es diferente a pesar de las reminiscencias sonoras a la
original. Esto demuestra el talento de Towa para reconstruirse a partir de sus
grandes clásicos.
Para referirme con términos técnicos, “Ah!!” demuestra una
sofisticación sónica que combina el dominio del sampling con una curaduría
precisa de texturas electrónicas, donde cada pista parece estar minuciosamente
ensamblada para sorprender y deleitar. En lo cultural, el disco funciona como
un archivo viviente de la música japonesa contemporánea, en el que colisionan
generaciones, estilos y visiones sin perder el pulso lúdico que siempre ha
caracterizado a Towa Tei.
Si este fuera verdaderamente su último álbum, sería una
despedida vibrante y elegante, tan fiel a su esencia como generosa con su
legado. Espero que nuevos discos se publique próximamente.

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