Por Edgar Fernández Herrera
El mundo, en 1995, observaba con horror el
atentado en el metro de Tokio con gas sarín, que dejó un saldo de ocho muertos
y miles de intoxicados. Pero no todo fue tragedia: por fin, después de largas
negociaciones, se logró un acuerdo de paz en la guerra de Bosnia-Herzegovina.
También ese año se celebró la tercera edición de la Copa del Mundo de Fútbol
Femenino, ganada por Estados Unidos. En el campo de la ciencia y la tecnología,
Microsoft lanzó el sistema operativo Windows 95, que significó una auténtica
revolución digital, acompañado por su navegador web: Internet Explorer.
En México sufríamos, una vez más, una crisis
económica profunda, que provocó inestabilidad e incertidumbre. Para salir del
bache, el país tuvo que recurrir a la intervención del Fondo Monetario
Internacional y del gobierno de Estados Unidos. Esta fue una de las primeras
pruebas difíciles que enfrentó Ernesto Zedillo Ponce de León, a tan solo unas
semanas de haber iniciado su controversial sexenio. A un año del levantamiento
del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el Estado mexicano
emprendió una ofensiva militar contra la guerrilla zapatista. Se emitieron órdenes
de arresto contra el Subcomandante Marcos y otros líderes. La acción fue
duramente criticada por la comunidad internacional, y el presidente tuvo que
recular: abandonó la vía militar y optó, al menos en el discurso, por la
diplomacia.
El 31 de marzo de ese mismo año fallece la “Reina
de la música texana”: Selena Quintanilla, asesinada tras recibir varios
disparos de Yolanda Saldívar. La noticia conmocionó a todo México y a la
comunidad latina en Estados Unidos.
En la música, más de dos décadas después de su
separación, The Beatles irrumpieron nuevamente en las listas de popularidad con
un nuevo sencillo: “Free As A Bird”. Pero también sonaron otros grandes
artistas y, en esta ocasión, recordamos cinco discos que se publicaron ese año
y que, en 2025, cumplen ya 30 años.
1. “Post” (Björk)
Segundo álbum de la ARTISTA (sí, así, con
mayúsculas) islandesa, y la confirmación de su inmenso talento. No hay ningún
desperdicio en este disco: una fascinante combinación entre la electrónica y el
pop. Aunque es cierto que la electrónica predomina, “Post” es, sin duda, mi
disco favorito de Björk. Se nota la influencia del naciente Trip Hop, ecos del
sonido Madchester y hasta pinceladas de Acid House. “Desde que rompimos, me
pinto los labios otra vez, y me chupo la lengua para recordarte”, canta en la
preciosa “Possibly Maybe”, quizás la mejor canción de la islandesa. Una joya.
2. “Sueño Stereo” (Soda Stereo)
Aunque en ese momento no lo sabíamos, “Sueño
Stereo” fue el último álbum de esta icónica banda argentina. Podría
considerarse el sucesor natural de Dynamo, una continuación de esa exploración
sonora, aderezada con la música que se hacía en Inglaterra. Estos elementos lo
convirtieron en la obra maestra del trío argentino. No en balde, a 30 años de
distancia, sigue siendo elogiado por críticos y público en general. Fue —y es—
la cereza del pastel en una discografía impresionante.
3. “The Bends” (Radiohead)
Segundo álbum de Radiohead. Con un sonido tenso,
compasivo y hasta violentamente perturbador, representa el cansancio y el
estado de ánimo de la banda tras una monstruosa gira y el hartazgo provocado
por su mega-hit “Creep”. Sin embargo, “The Bends” es un paso hacia adelante. De
hecho, es la antesala a su obra cumbre, aunque este disco no desmerece en
absoluto. Además, marca el inicio de la fructífera relación de la banda con el
productor Nigel Godrich.
4. “The Great Escape” (Blur)
Cuarto álbum de Blur y uno de los protagonistas
de aquel cruento capítulo de la “batalla del Britpop”, librada con Oasis. Pero
más allá del morbo mediático, “The Great Escape” es un álbum con profundas
influencias de The Beatles, David Bowie y, sobre todo, de The Kinks. El
resultado: un disco notable. Vaya paradoja: a pesar de ser considerado uno de
sus mejores trabajos, quedó por debajo del insuperable Parklife. Por momentos
se siente disperso e irregular, pero tiene joyas como la monumental “The
Universal”.
5. “Hello! MTV Unplugged”
(Charly García)
El 4 de mayo, Charly García se presentó en los
estudios de MTV, en Miami, para grabar un unplugged junto a un grupo de músicos
extraordinarios, entre ellos la sensacional y guapa María Gabriel Epumer. El
resultado fue un concierto impecable, con arreglos acústicos a clásicos de la
discografía de García. Hasta una Barbie aportó sonidos durante la presentación.
“Rezo por vos” y “Ojos de videotape” fueron puntos altísimos en un setlist que
también incluyó un medley de Serú Girán simplemente imperdible.
Cinco discos que se publicaron hace ya tres
décadas y que, afortunadamente —gracias a su calidad—, han superado las
fronteras del tiempo.

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