Por Oscar Fernández Herrera
Frank Zappa fue un músico, compositor y productor
estadounidense que desafió cualquier clasificación. Fue conocido por su
virtuosismo, su apasionada independencia artística y su aguda crítica a la
política, la religión y la cultura pop. Fusionó rock, jazz, música clásica y
vanguardia en una obra compleja y provocadora, dejando un legado monumental que
desafía cualquier etiqueta. Un genio absoluto.
Lo conocí en 1993, cuando partió de este mundo. Me
arrepentí muchísimo de no haberlo escuchado antes para disfrutarlo al máximo.
Eso sí, debo admitir que siempre he disfrutado más su trabajo como solista que
el que comercializó con The Mothers of Invention, su banda pionera del rock
experimental y la sátira social durante los sesenta y setenta.
Zappa lanzó con The Mothers “One
Size Fits All” en 1975. Fue su décimo álbum, con la participación de George
Duke, Chester Thompson, Ruth Underwood, Tom Fowler y Napoleon Murphy Brock. Un trabajo sorprendente, turbulento
y hasta embriagante. Quizá su tibia recepción se debió a que fue precedido por “Apostrophe
(’)” y “Roxy & Elsewhere”. Aun así, se trata de una colección de súper
rolas que se movió entre el jazz rock y el rock progresivo.
Es un disco cargado de guitarras heroicas, una estructura
musical muy adelantada a su tiempo, letras impregnadas de humor mordaz, toques
espontáneos de blues rock y muchas canciones desenfrenadas y confusas,
totalmente ajenas al pop rock de aquella época.
One Size nos regaló temazos como “Inca Roads”, el tema
inicial: una hazaña de jazz fusión compuesta de distintas secciones con tintes
tan dispares como alucinantes; “San Ber’dino”, una rola inspirada en los días
que Zappa pasó en la cárcel de San Bernardino por un cargo de obscenidad a principios
de los sesenta; “Po - Jama People”, un increíble rock jam de dos acordes que
suena aún mejor en directo; “Andy”, una melodía que brilla por su sección
rítmica, y “Sofa 1”, un majestuoso instrumental.
Después de cincuenta años, este glorioso álbum recibe un
tratamiento especial para ser relanzado en distintos formatos, aunque el más
deleitable es el super deluxe de cinco discos, que incluye
cuatro volúmenes y un Blu ray, sumando en total 58 pistas, junto con un folleto
de 36 páginas, fotos inéditas, además de notas y nuevos ensayos históricos del
destacado periodista musical David Fricke y de Ruth Underwood, miembro de
Zappa/Mothers.
El sueño de cualquier fanático de Zappa: remezclas, tomas
alternas, ensayos, sesiones descartadas y presentaciones en directo. Todo
registrado entre agosto de 1974 y abril de 1975 en Record Plant y Paramount
Studios, en Los Ángeles.
Resulta imposible destacar un tema por encima de otro,
pero, en lo personal, amé los rough mixes
de “San Ber’dino”, “Inca Roads” y “Andy”. Del mismo modo, “Florentine Pogen”
sobresale con las diferentes versiones incluidas.
Los temas en directo son brutales gracias a la química
entre los músicos, las improvisaciones y las excentricidades vocales. Un
conciertazo que vale su duración en oro.
Una reedición que, sí o sí, va directo a la colección.

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