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sábado, 29 de noviembre de 2025

Around The World In A Day


 

Por Oscar Fernández Herrera

 

 

 

Después de la asombrosa recepción que el mundo le dio a “Purple Rain”, Prince & The Revolution sólo esperaron diez meses para comercializar “Around The World In A Day”, una obra caleidoscópica de soul psicodélico, pop funk, rock y R&B, empacada en una portada colorida y delirante al estilo del “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band”, de The Beatles. El público y la crítica reaccionaron con una clara templanza, pues esperaban un sonido idéntico al de su predecesor.

 

El álbum se grabó entre enero y diciembre de 1984, aunque “Raspberry Beret” se trabajó y se registró en estudio dos años antes. La versión que aparece en “Around…” es una regrabación. Se trata de una reinterpretación de la cultura de los ochenta que incorpora diferentes influencias de la música árabe, aunque mezcladas dentro de una estética psicodélica y pop. No es un disco “árabe” en un sentido estricto, pero sí toma colores, timbres y giros melódicos característicos.

 

Como si abandonara el estrellato y la desmedida popularidad que manipuló un año antes, el geniecillo púrpura entendió los sacrificios que reclamaban la notoriedad pública. Decidió en aquel momento ir en otra dirección y crear más música, que sonara diferente a lo que conocían sus acérrimos admiradores.

 

Personal, brillante y dulce, “Around The World In A Day” es la antítesis de “Purple Rain”. Sin sencillos ni promociones anteriores a su lanzamiento, el álbum destacó por lo que no es: una aprobación frente a los caprichos de la industria musical.

 

El corte homónimo es la mirada de un recorrido místico, con su flauta de estilo muy próxima a lo árabe. “Paisley Park” es la representación de un mundo onírico. No es necesariamente un lugar físico concreto, sino más bien un símbolo o metáfora de un estado mental, espiritual o utópico. Habla de un parque que atrae a “gente colorida” con una profunda paz interior. La pista también da nombre al primer sello discográfico de Prince.

 

“Condition Of The Heart” es una bellísima balada. Tiene una estructura musical muy delicada, con una larga introducción de piano y progresiones armónicas poco convencionales para una canción pop típica. Según colaboradores de Prince, es una de las piezas más vulnerables y emocionales de su carrera.

 

Con menos de cuatro minutos de duración, “America” es un ataque lleno de ironía a los Estados Unidos de aquella época. Opina lo mismo de las desigualdades sociales que de una guerra nuclear. Destacan su riff de guitarra y su sintetizador ascendente. Una versión de casi veintidós minutos es más profunda, pues resalta como “una astuta señal sobre el estilo de vida americano”.

 

Elogiada por unanimidad, “Pop Life” es una acertada reflexión crítica sobre la fama, la superficialidad, la presión mediática y las amistades falsas. Según American Songwriter, el mensaje de la canción es una “reprimenda con dedo levantado”: Prince señala los excesos de la cultura del pop, pero también parece querer desapegarse y simplemente “vivir la vida” con un poco de estilo.

 

El disco cierra con más enigmas, pues en “The Ladder” escuchamos una parábola desconcertante de un rey “que no merecía estar”, y que emprende una búsqueda espiritual. Repleta de riffs de guitarra agudos y distorsionados, “Temptation” es un huracán en el que concurren el deseo carnal, la fe y la culpa.

 

La reedición 2025 de “Around The World In A Day” combina una remasterización moderna, una mezcla en Dolby Atmos para streaming, y — en sus versiones deluxe — una cuidadosa selección de remixes, versiones extendidas y lados B que reúnen prácticamente todos los extras oficiales relacionados con el disco. Quizá los fanáticos se muestren decepcionados por la falta de material inédito; sin embargo, las inclusiones suenan increíbles y allanan el camino para “Parade”, el siguiente super deluxe.

 

En lo personal, disfruté la calidad del sonido, la publicación de la versión extendida de “America”, las nuevas remezclas de “Raspberry Beret” y “She’s Always In My Hair”, y la inclusión de la versión original de “4 The Tears In Your Eyes”. Un discazo.

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