Por Oscar Fernández Herrera
Como integrante de la banda Deee – Lite y su one hit wonder “Groove is in the heart”, el japonés Towa Tei conoció la fama internacional (casi) desmedida; no obstante, algo ocurrió que Towa abandonó el estrellato para “recluirse” en Nagano, Japón, y deliberar sus trabajos posteriores. El resultado de sus primeras acciones después de abandonar EU fue el álbum Future Listening!, caracterizado por presentar una fusión de electrónica, bossa nova, house, jazz y pop.
“Technova (La em Copacabana)” brilló en determinados circuitos de la música electrónica con notorias influencias retro, kitsch y latinoamericanas (brasileñas, preferentemente), otorgándole un lugar destacado en su país natal. Desde entonces, el DJ nipón ha logrado mantenerse en el radar con temas como “German Bold Italic” (con Kylie Minogue), “Butterfly”, “Milky Way” (con Ryuichi Sakamoto y Yukalicious), “The Burning Plain” (con Yukihiro Takahashi y Kiko Mizuhara) y “Radio” (con Yukihiro Takahashi y Tina Tamashiro), entre muchas otras.
El talento de Towa Tei con las tornamesas le permitió incluso remezclar temas de Björk, Yellow Magic Orchestra, Sinéad O'Connor, They Might Be Giants y Pizzicato Five. Su popularidad es bastante inusual para un mercado tan competido como el japonés. 26 años después de su primer trabajo solista, Tei nos regala “LP”, un disco que continúa con la fórmula musical que le ha resultado hasta el momento.
Lo primero que se generaliza después de escuchar “LP” es el uso insistente de los moldes que el músico oriental ha usado en la manufactura de otros trabajos. No obstante, la chispa está ahí: retintines contagiosos, dulcísimas sensibilidades pop, erotismos discretos, y beats y sampleos oportunos. Todo, en conjunto, nos da una idea de celebración para quien lo escuche.
Lo anterior nos recuerda un poco a lo que el DJ componía para Deee – Lite, si bien nos regala con ello una fantástica percepción de la tecnología que se siente nostálgica y no un ordinario reutilizamiento de ideas. Pero todo es más que clichés o recursos melódicos bien distinguidos, pues los efectos de la pandemia se hacen presentes en algunos momentos (demasiado notorios en “Nomadologie”, la pista que cierra el disco).
Según las propias palabras del músico, un aspecto que eludió fue la grabación de música ambiental (fenómeno que se presentó en las últimas grabaciones de numerosos DJs como respuesta al shock provocado por la calamidad sanitaria), pues consideró que no deseaba transmitir una sensación tan profunda de melancolía. En su lugar, decidió mostrar su amor desmedido por los discos.
En declaraciones recientes, Towa Tei señaló que deseaba que aquellos que escucharan “LP” se olvidaran de la pandemia por un rato, pues “TT10” (el primer nombre que recibió este álbum) es justamente una declaración de amor a la música en general. La crítica especializada no ha dudado en catalogarlo como una de sus mejores entregas.
El entusiasmo generado por este disco está plenamente justificado, aunque las comparaciones con Jean Michel Jarre y Giorgio Moroder son desproporcionadas e injustas. “Birthday” y “Magic” son una muestra de lo chispeante y pegadizo que éste resulta. Inesperado el guiño a Kraftwerk en “Consumer Electronics”.
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