Por Oscar Fernández Herrera
Con una discografía tan plural e interesante, el estadounidense Todd Rundgren logró popularidad con “Something/Anything?”, su tercer trabajo en solitario. En él se conjugan una gran amplitud de sonidos y estilos, todos ellos orientados hacia un rock dulce y placentero.
Cansado de ser etiquetado como un pianista y rimador promedio, Rundgren lo apostó todo lírica y técnicamente para concebir, en 1972, esta obra maestra. Un álbum doble con sus cuatro lados bien identificados: el de melodías chispeantes, el intelectual, el experimental y una opereta pop con magníficos ganchos comerciales. Si bien esta distribución es un acierto, el número de canciones puede resultar agobiante.
El primer juicio con relación a esta obra es su rebuscada artificialidad; sin embargo, esa sensación desaparece con las continuas reproducciones, situándola en una atmósfera natural y completamente amena. La sucesión de las pistas nos concede un disfrute cargado de magia sonora.
No obstante, los “pero” están bien dispersos en todo el álbum: la duración, la nulidad de algunas canciones y la inconsistencia general del concepto. Por otra parte, no es el disco con el que podrías animar una reunión o relajarte. Es, más bien, el tipo de música que suena mientras se desarrolla una plácida tertulia.
Pese a lo anterior, “Something/Anything?” nos entusiasma con la inmortal “Hello It’s Me” y otras maravillas como “I saw the light”, “Wolfman Jack”, “Sweeter memories”, “The night the carousel burnt down” y “Black Maria”.
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