Por Oscar Fernández Herrera
Detrás de Fantastic Plastic Machine se esconde el DJ Tomoyuki Tanaka, un músico que abanderó el movimiento Shibuya kei. Su propuesta, fuertemente inspirada por la bossa nova, el lounge y el pop francés, destacó prontamente gracias a sus dos primeros álbumes (“FPM” y “Luxury”). “Beautiful”, su tercer trabajo, consolidó sus bellas sonoridades y las abrillantó más con un poco de Stereolab y Pizzicato Five. ¿El resultado? Un disco realmente sublime.
La continuidad que estampa “Beautiful” no es maligna; por el contrario, es una ratificación de lo que Tanaka es capaz de obtener por medio de sus composiciones. Pese a lo anterior, es importante estar familiarizados con la música de FPM para no encontrarla fastidiosa, pues muchas de las canciones de este disco son demasiado largas para un escucha ocasional.
Se trata de una colección de rolas en las que predomina el house cargado de cuerdas y sofisticación. “Beautiful days” es, probablemente, la corona de este sólido trabajo. Sus casi cinco minutos de duración resuenan en el paraíso del pop más fino y emocionante.
“On a chair” es súper contagiosa gracias a sus coros y su línea de bajo, transformándola en un hip hop bastante indiscreto. “The whistle song”, original de Frankie Knuckles, encuentra un cómodo lugar en forma de una complaciente samba. En este punto, queda claro que los arreglos latinos son esencialísimos para Tanaka.
“Todos os desejos” es tan hermosa que sus más de siete minutos de duración se dejan de lado inmediatamente. Disfrútela en la pista de baile, pero enamórese de ella cuando la escuche con los audífonos.
Original y moderno. “Beautiful” es una belleza.
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