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miércoles, 11 de mayo de 2022

¡TOC TOC!

 

Por Oscar Fernández Herrera

 

Durante los últimos meses, el cine español ha acaparado la atención de las multitudes y la prensa especializada; y no es para menos, pues “Las niñas de cristal”, “3 bodas de más”, “Madres paralelas”, “El silencio de otros” y “El hoyo”, entre muchísimas otras, han acaparado elogios y reconocimientos por montones. En esta ocasión les hablaré de “TOC TOC”, dirigida por Vicente Villanueva.

 

Un grupo de personas acude al consultorio del célebre doctor Palomero para tratarse distintos trastornos obsesivos compulsivos (de ahí el nombre de la película). Los problemas comienzan cuando todos se enteran de la ausencia del médico y el empalme de las citas, lo que desata una intensa disputa para designar los lugares de espera. Obligados a convivir en un mismo cuarto, nuestros singulares protagonistas tendrán que soportar sus obsesiones hasta que llegue el prestigioso especialista.

 

Basada en la obra del mismo nombre escrita por el dramaturgo francés Laurent Baffie, esta película es divertidísima de principio a fin, si bien en sus bufonadas podemos encontrar elementos para el análisis, la consideración y el respeto.

 

Federico, un hombre atormentado por el Síndrome de Tourette, no puede dejar de maldecir y hacer gestos pornográficos. Blanca subsiste sólo si antes ha desinfectado las superficies que la rodean, y Otto simplemente no puede pisar una línea recta. Emilio es quizá el personaje más entretenido gracias a su socarronería, humor y suspicacia; su trastorno lo distingue más como un súper dotado.

 

Al grupo lo completan Ana María, que no puede dejar de verificar todo aquello que le produzca una mínima duda, y Liliana, que repite todo lo último que dice.

 

El grupo, resignado, determina poner en práctica algunos métodos terapéuticos para corregir sus estados de salud. Es entonces cuando el espectador no dejará de morirse de risa frente a tantos disparates e insensateces. Es importante señalar que esta película recurre a situaciones increíblemente simples, pero adecuadas. No obstante, continúa el debate relacionado con una presunta burla de la enfermedad y no de las circunstancias que se presentan. De cualquier forma, considero que el director se preocupa por generar comprensión y respeto tanto como sea posible.

 

Los chistes, que en ocasiones pueden resultar monótonos, fortifican el tormento de cualquier persona con alguna singularidad de este tipo, produciendo al final una profunda deliberación al respecto. Los espacios y la música se sincronizan espléndidamente para lograr un filme casi perfecto.

 

Destacan las actuaciones, particularmente las de Paco León (Emilio), Alexandra Jiménez (Blanca) y Rossy de Palma (Ana María), aunque ninguno de los actores queda a deber. Disponible en servicios de streaming.

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