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sábado, 30 de julio de 2022

Parade


 

Por Oscar Fernández Herrera

 

En 1986, dos años después de la arrolladora notoriedad de “Purple rain”, Prince estaba listo para fortificar su autoridad en el mundo del entretenimiento con “Parade”, un disco que musicalizaba su última película (“Under the cherry moon”). Con este álbum, el intérprete originario de Minneapolis, Estados Unidos, ampliaba su trascendencia gracias a sonidos orquestales y letras de gran belleza.

 

El proceso de grabación comenzó antes de que finalizara la promoción de su último trabajo, demostrando con ello su enorme prolijidad. En términos demasiado precisos, “Parade” es una apuesta por un sonido menos guitarrero y más próximo a un funk austero y a composiciones de bandas sonoras, con algo de trasfondo francés. Por otra parte, la imagen de Prince era completamente “limpia”, sin sus clásicos atuendos púrpura o los cabellos rizados.

 

Después del poco entusiasmo de la prensa con relación a sus intentos psicodélicos que resultaron en sencillos como “Pop life” y “Raspberry beret” (que, por el contrario, sí fueron celebrados por los fanáticos), Prince deseaba dar rienda suelta a su eclecticismo e innovación.

 

Si bien el supuesto paso en falso decepcionó a la crítica, las canciones del disco sorprendieron por el protagonismo de la voz (“Under the cherry moon” y “Sometimes it snows in april”), el pop más delicioso (“Life can be so nice” y “Mountains”) y la experimentación (“Girls and boys” y “New position”).

 

“Kiss”, el gran sencillo de “Parade”, se grabó inicialmente como un blues acústico para Mazarati, una banda formada por Brown Mark (el bajista de The Revolution, el grupo de Prince); sin embargo, cuando el geniecillo púrpura escuchó la versión final de Mazarati, decidió reclamarla y regrabarla para él mismo. El sencillo se fue directamente a lo más alto de las listas de popularidad, vendiendo más de un millón de copias.

 

Otra de las pistas más fascinantes del disco es, sin lugar a dudas, “Anotherloverholenyohead”, aunque no le fue nada bien en la radio. Es un funk/soul de altos vuelos.

Por otra parte, consta una gran cantidad de material inédito que se grabó para “Parade”. “Charade”, por ejemplo, es un álbum no oficial que contiene temas como “Others here with us”, “Old friends for sale” y versiones extendidas de los clásicos que ya conocemos.

 

En términos generales, nos topamos con un trabajo crudo e tercamente pionero.

Jaka/Jawaka

Por Oscar Fernández Herrera

 

Precursor del asombroso “The Grand Wazoo”, un álbum de jazz rock que Frank Zappa presentó en 1969 como la continuación de su celebérrimo “Hot rats”, “Jaka/Jawaka” es un disco en el que destacan rolas instrumentales larguísimas, con numerosos instrumentos de viento y arriesgados cambios de tiempo; similar a lo que Miles Davis hizo en “Bitches Brew”. Los fabulosos arreglos que contiene le demuestran al público la habilidad y disciplina del maestro para crear un disco en el que se aprecian la guitarra, la trompeta y el piano como uno solo.

 

Señalado como una secuela directa de “Hot rats”, en esta obra se aprecia un empuje vanguardista que brota en “Big swifty”, un tema de más de dieciocho minutos en el que domina la espontaneidad y un ánimo picante. Como apertura, es estupendo, pues presume una diáfana influencia folk irlandesa que, en algún momento, resulta agotadora.

 

Con un insólito toque country rock, “It just might be one shot deal” es una rola que suena a los primeros momentos de Phish, banda norteamericana que sobresalió por sus largas improvisaciones musicales. Por otra parte, el tema recrea algunas notas similares al bluegrass. Las voces de Jeff Simmons y Sal Márquez son hilarantes.

 

“Your mouth” es un blues básico, súper recomendable.

 

En general, “Jaka/Jawaka” es un álbum de jazz rock increíblemente libre y melódico, lleno de sonidos de metales y guitarras. Resulta curioso que Frank Zappa compuso este disco después de estar postrado más de un año en una silla de ruedas debido a un accidente en el escenario. Es un disco que crece y crece con cada reproducción. Imperdible.


 

sábado, 23 de julio de 2022

OK


 

Por Oscar Fernández Herrera

 

Talvin Singh es un músico británico ampliamente reconocido por fusionar ritmos tradicionales de la India y la electrónica. Después de colaborar con artistas como Siouxsie & The Banshees y Björk, lanzó “OK”, su primer álbum, con asombrosos resultados. En él puede apreciarse una revolución sonora que pretende lograr una conexión global con el público.

 

Escuchamos aquí un trabajo salpicado de modernidad y tradición, con ritmos juguetones y solemnes. Sin lugar a dudas, todas las pistas consiguen puntos altos; no obstante, se recomiendan ampliamente “Trallever”, “Butterfly”, “OK”, “Light” y “Vikram the vampire”, con largos pasajes sonorizados con cítaras alucinantes y voces orientales.

 

Si bien “OK” aparenta ser un álbum difuso o reducido, su suntuosidad se descubrirá poco a poco. Escúchelo y disfrute de una experiencia repleta de drum ‘n’ bass futurista.

Nadie nos va a extrañar

  Por Oscar Fernández Herrera     Con frecuencia leo cómo la gente idealiza las décadas de los años sesenta, setenta e incluso ochenta...