Por Oscar Fernández Herrera
El décimo álbum de Saint Etienne es una descarga de melancolía sonorizada por el pop ambiental que tanto lució a finales del siglo anterior. En este espléndido trabajo, el trío londinense apostó por los “tempos” pausados y el uso del sampleo. El propósito de “I’ve been trying to tell you” es “recuperar”, de alguna manera, el optimismo perdido por la pandemia.
El principio de este disco es completamente distinto al resultado que actualmente podemos disfrutar: Saint Etienne trabajaba en rolas completamente distintas cuando el confinamiento llegó, así que “pausó” el proceso creativo y decidió entonces retomar una línea de composición musical que empleó en “Surrey North EP”, de 2018: concentrarse en un periodo reciente de la historia de Inglaterra para darle vida a este álbum. El espacio de tiempo elegido fue 1997 – 2001.
“Pond House” usa como base “Beauty on the fire”, de la australiana Natalia Imbruglia, y su preciosismo es marcado. Es hipnótica y despreocupada. El pensamiento “here it comes again…” es repetitivo pero absoluto. “Fonteyn” samplea “Lifted”, un sencillo menor de Lighthouse Family. Los graves de piano son hermosos.
En “I’ve been trying to tell you” encontramos un puñado de piezas casi instrumentales, con ingredientes realmente alucinantes. “Little K” sigue este formato con letras mínimas: Another reason to pretend. “Blue Kite” también se acomoda a esta descripción, aunque con resultados más asombrosos.
Destaca enormemente “Penlop”, un tema que fue modificándose en diferentes ocasiones para llegar a ser el gran sencillo de este trabajo. disfrútelo cuando antes.
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