Vistas a la página totales

sábado, 23 de julio de 2022

Debut


 

Por Oscar Fernández Herrera

 

Décadas antes del lanzamiento de “Debut” en 1993, Björk ya había grabado propiamente un álbum debut en islandés (su lengua materna), y otros más como miembro de Tappi Tíkarrass, KUKL, The Elgar Sisters, Björk Guðmundsdóttir & Tríó Guðmundar Ingólfssonar, y The Sugarcubes. Por ello, el título del disco despertó curiosidad y sospecha. En aquel momento, muchos señalaron que se trataba de una maniobra publicitaria.

 

Si bien constan pruebas de material solista anterior a “Debut”, la realidad es que este trabajo simboliza el principio de un capítulo más en la larguísima carrera de la intérprete. Para Björk se trató también de una separación con The Sugarcubes, banda con la que logró el reconocimiento del público europeo, y una espléndida oportunidad para grabar música en sus propios términos.

 

Respaldada por Nelle Hooper en la producción, “Debut” asombró por la pluralidad sonora contenida en él: pop, electrónica, trip hop, techno y jazz, entre otros ritmos. “Human behaviour”, la pista con la que arranca el disco, es uno de sus más grandes triunfos artísticos y comerciales. Sin lugar a dudas, el sampleo de “Go down dying” (de Tom Jobim) fue un enorme acierto.

 

“Crying” es uno de los temas más reconocibles de “Debut” gracias a sus cadencias próximas al swing. “Venus as a boy” brilla enormemente como uno de los clásicos más reconocibles de Björk. El productor indio Talvin Singh participó en su composición y en ella es reconocible un fantástico toque asiático. “There’s more to life than this” es una canción perfecta para el baile. En ella se reconoce un legítimo ambiente nocturno.

 

Otro de los temas más reconocibles de este álbum es, sin duda, “One day”. Las influencias de The Orb son notabilísimas. Por otra parte, el sencillo “Violently happy” es lo más potente que encontraremos en “Debut”. Su ascenso es contagioso gracias a su secuencia de bajo. El videoclip, dirigido por Jean Baptiste Mondino, es una hermosura.

 

Dulcemente arropada por el saxofón de Oliver Lake, “Anchor song” es una canción tan bizarra como encantadora. Es el cierre perfecto para el disco.

Si bien “Debut” no causó fascinaciones instantáneas entre los críticos de música, poco a poco fue ganándose la etiqueta de “obra maestra”, una que sólo la misma Björk superaría con discos posteriores.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nadie nos va a extrañar

  Por Oscar Fernández Herrera     Con frecuencia leo cómo la gente idealiza las décadas de los años sesenta, setenta e incluso ochenta...