Por Oscar Fernández Herrera
Después de más de dos décadas de que conociéramos a Mike y a Sulley por primera vez, “Monsters Inc.” sigue conquistando miles de corazones por todo el mundo; por lo que, de alguna manera, muchos deseábamos saber qué ocurría después de la despedida de la pequeña Boo y el fin de los sustos como generadores de energía para Monstrópolis. Con “Monsters at work” tenemos la oportunidad de echarle un vistazo a nuestros amigos seis meses después de los acontecimientos de la primera película.
La serie nos presenta a Taylor Tuskmon, un monstruo recién egresado de MU, por lo que se dirige a Monsters Incorporated para trabajar como asustador profesional. El problema es que su talento ya no es requerido porque ahora la electricidad se produce por medio de las risas, así que será reubicado en el departamento de mantenimiento, donde conocerá a un singular grupo de monstruos que actúa detrás del protagonismo de las monstruosidades de los pisos superiores.
El asunto desalienta horrendamente a Taylor, quien tendrá que sobreponerse para conseguir un lugar entre los monstruos bromistas mientras encuentra su lugar y propósito en el grupo de mantenimiento que, parece, se esfuerza en sacarlo de quicio.
Seamos honestos: “Monsters at work” no tributa mucho para el desarrollo de esta saga; no obstante, es entretenidísima gracias a la chispa que producen los nuevos personajes con los ya conocidos. Taylor y su pandilla tienen la suficiente personalidad como para que no extrañemos a los monstruos que conocimos anteriormente. El guion, por otra parte, es un punto súper importante para comprender el éxito de esta serie, pues incorpora momentos graciosísimos con temas adultos (sin profundizarlos innecesariamente).
Con una decena de capítulos repletos de comedia laboral, bufonadas y regresos impensados, esta serie nos garantiza francas risotadas y la sensación de que la historia principal aún puede dar para más. No, no es un trabajo perfecto pero claro que es recomendable. Disfrútela en Disn
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