David Bowie “Moonage Daydream”

 

Por Edgar Fernández Herrera

 

El viernes me dispuse a ir al cine, en pantalla IMAX, para ver el documental de David Bowie titulado “Moonage Daydream”, del director Brett Morgen. Lejos de ser una película propagandística o un documental a los que estamos acostumbrados, “Moonage Daydream” es una explosiva experiencia audiovisual que se aleja de todo convencionalismo y que plasma de manera increíble la esencia artística de un hombre tan innovador, singular e inclasificable como David Bowie.

 

Brett Morgen, quien trabajó durante más de cuatro años en “Moonage Daydream”, aborda la carrera de Bowie sin utilizar convencionales entrevistas a sus seres queridos o personas cercanas intentando explicar quién era el camaleón británico. Más bien, Morgen se olvida de cronologías explícitas y utiliza una edición asombrosa que hila años de presentaciones, fragmentos de entrevistas, y diversos materiales, con excepcional ritmo, empatando las palabras de Bowie con el poder de su música y las sensaciones que esta genera. 

 

Podemos ver mucho material inédito no solo musicalmente, sino en entrevistas prácticamente desconocidas para la gran mayoría; debo de resaltar que dentro de ese material poco conocido, hay una versión de “All The Young Dudes” interpretada en concierto, que en realidad es un medley junto con “Wild Eyed Boy From Freecloud”. También me sorprendió ver a Jeff Beck en el escenario junto a “las arañas de marte” tocando “Jean Genie” y que en un interludio Bowie canta “Love me do” de The Beatles.

 

Bowie, a lo largo de 140 minutos que dura el largometraje, hace una reflexión sobre su identidad y su carrera, todo a un ritmo frenético debido a la edición de Morgen. En muy pocas ocasiones toca algún tema familiar y/o personal.

 

Quizás la unica queja que tengo es que después de un remolino endemoniado de imágenes y música, viene el final muy abrupto, para pasar a los créditos en los que se escucha la sensacional “Starman”.

 

En lo personal, disfruté mucho la película, aunque iba con la idea de ver el tradicional documental; no salí de la sala de cine nada decepcionado, toda una gran experiencia.

 

 

 

C2C2

 

Por Oscar Fernández Herrera

 

Quizá usted no lo sepa, pero el pop italiano es una fuente interminable de las más bellas metáforas. Su perfección es comprobable desde hace décadas, cuando los primeros intérpretes mediterráneos publicaron sus primeros trabajos. Para los más románticos, los grandes triunfos del pop italiano ocurrieron en la década de los ochenta; sin embargo, la realidad es que cada vez surgen más y más clásicos instantáneos. Tantos que es imposible contarlos.

 

Cesare Cremonini, antiguo líder de la banda Lùnapop, es una de las estrellas más importantes del pop italiano moderno. Con ella, un importantísimo número de canciones se encontró con un público deseoso de un pop desafiante y seductor. Después de la disolución del grupo, del que recordamos las canciones “Qualcosa di grande” y “Un giorno migliore”, Cremonini inició una asombrosa carrera en solitario, una llena de premios y millones de discos comercializados en buena parte del mercado italiano.

 

Con más de dos décadas en los escenarios, “2C2C” es el segundo álbum recopilatorio del artista. Se trata de una gran oportunidad para conocerlo y encontrar en él a un generador de música realmente placentera. Éste no solo contiene los éxitos más recordados de Cremonini (“Marmellata #25”, “Kashmir – kashmir”, “Logico #1”, “I love you”, “PadreMadre”, “Figlio di un re” o “Gli uomini e le donne sono uguali”), sino que presenta demos, tomas alternas, y algunas versiones en directo, además de un puñado de canciones inéditas (“Al telefono” es probablemente una de sus composiciones más admirables).

 

Un disco súper recomendable.

Dios salve a la Reina

 

Por Edgar Fernández Herrera

 

El 08 de septiembre nos enteramos de la muerte de la reina Isabel II de Inglaterra; el mundo expresó sus condolencias por esta partida. A raíz de esto me acordé de una banda que en una canción expreso todo su odio a Isabel II y toda la monarquía inglesa en general.

 

Un 27 de mayo, pero de 1977, los Sex Pistols publicaron el sencillo “God save the Queen”, con una portada y una letra muy provocadora. La canción se escuchó durante el Jubileo de Plata de la reina Isabel II.

 

La canción fue considerada como una ofensa mayor, y esto provocó que la British Broadcasting Corporation (BBC) se negara a reproducirla y la cadena Woolworths tampoco quiso vender el sencillo. También se habló de que las listas de popularidad y ventas fueron manipuladas por la BBC para evitar que el sencillo alcanzara lo más alto; de hecho, en una estrategia (¿payola?) se impulsó hasta el cansancio “I Don´t Want to Talk About It”, del infame Rod Stewart.

 

Johnny Rotten, Steve Jones, Glen Matlock y Paul Cook escribieron la canción “God save the Queen”, con una referencia directa al himno nacional inglés. Con una letra en donde se acusa al régimen de fascista y una frase de desesperanza que reza: “There is no future in England's dreaming”, reflejo de la situación que se vivía en la orgullosa Inglaterra, además del “No Future” que se convirtió en la base para el movimiento punk.

 

Sería la última gran canción de la banda; después de esto, se embarcaría en una jira por los Estados Unidos, que sería un desastre y provocaría la ruptura del grupo.

 

Han pasado 45 años de estos sucesos y “God…” sigue muy vigente, ya que no ha perdido su crítica ni su grito de protesta, además de un sonido básico que es atemporal y sigue sonando fresco, ya que desgraciadamente seguimos siendo gobernados por “democracias” que siguen el ejemplo de las monarquías y tiranías de las que se quejaban los jóvenes punks de a finales de los setenta.

 

Johnny Rotten en su momento declaró “No escribes ‘God Save the Queen’ porque odias a la raza inglesa. Escribes una canción así porque los amas y estás harto de que los maltraten”.