Por Edgar Fernández Herrera
Muy feliz año. Esperando que todos sus propósitos se hagan realidad para seguir contando con su fidelidad en nuestro blog “Escombros Cósmicos”. Para empezar, vamos a reseñar unos cuantos discos que en este año cumplen cincuenta años de existencia, todo ellos indispensable en cualquier fonoteca.
1.- New York Dolls (New York Dolls). Publicado un 27 de Julio y aunque en su momento no tuvo buena recepción, el álbum es unos de los debuts más impresionantes, lleno de energía, previo a la escena CBGB; una joya en la cual David Johansen y Johnny Thunders muestran todo su poderío, letras y música (escúchense esas guitarras sucias al máximo) que serían inspiración para el movimiento punk.
2.- Catch A Fire (Bob Marley & The Wailers). El debut de la banda con la gran discográfica Island Records, los Wailers (Peter Tosh, Bunny Wailer, Aston y Carlton Barrett y Bob Marley) le mostraron a Inglaterra y al mundo la música reggae. Escúchense la soberbia “Stirt It Up”.
3.- Sabbath Bloody Sabbath (Black Sabbath). Después de haber editado cuatro discos grandiosos, la banda de Birmingham ya sufría el estrago de la fama y las drogas; aun así, hicieron un gran álbum, aunque dejaron su sonido pesado. De hecho, se escuchan momentos psicodélicos. Por cierto, Rick Wakeman participa en los teclados.
4.- Quadrophenia (The Who). El sexto álbum de la banda inglesa, aunque no está a la altura de “Who Next” o “Tommy”, resulta un disco bastante disfrutable y con momentos excelentes, del cual derivaría en una película.
5.- Raw Power (The Stooges). Energía pura, un parámetro a seguir, para aquellos jóvenes que después emergerían en las escenas punk neoyorquina y británica. Producido por David Bowie y con tremendos clásicos como “Search and destroy” y “Gimme Danger” han sido inspiración para generaciones posteriores.
6.- Band On The Run (Wings). Tercer álbum del grupo británico Wings, ampliamente reseñado en este blog. No hay que decir mucho, pues para un servidor es la obra maestra de Paul McCartney. Sin discusión, escúchense la soberbia “Nine Hundred and Eighty Five”.
7.- Goodbye Yellow Brick Road (Elton John). Elton John en todo su apogeo. Una joya del pop, con un tema homónimo soberbio, aunque en realidad todo el disco vale la pena. Del mismo modo, se trata del primer disco doble del artista británico, incluido en la lista de los “1001 discos que hay que escuchar antes de morir”.
8.- Over Nite-Sensation (Frank Zappa). Discazo del genial “Padre de la Invención”; podríamos decir que es uno de los trabajos más accesibles de Zappa (si es que esto es posible), con grandes canciones como “Dirty Love”, Dinah Moe Humm” y la grandiosa “Montana”. Como curiosidad anotaremos que Tina Turner, junto con las Ikettes, realizó coros en el disco, pero no está acreditado.
9.- Aladdin Sane (David Bowie). Gran, pero gran álbum, aunque por aparecer después del enorme “Ziggy Stardust” palidece un poco; sin embargo, tiene temas clásicos dentro de la discografía del “camaleón”, como la homónima “Aladdin Sane (1913-1938-197?)” (aquí Mike Garson sobresale con su grandioso piano), “Time” y la blusera “The Jean Genie”, aparentemente dedicada e inspirada en Iggy Pop. La portada es todo un hito de la cultura pop.
10.- Dark Side Of The Moon (Pink Floyd). Es el mejor disco de ese año y de toda la década de los setenta; toda una obra de arte que a cincuenta años sigue sorprendiendo a cualquiera que lo escuche por primera vez. Con el título primero de “Eclipse (A Piece for Assorted Lunatics)”, Roger Waters, David Gilmour, Nick Mason y Richard Wright crearon un disco atemporal con un impacto enorme, por la calidad de sus canciones. Aquí es imposible destacar un tema, pues se debe escuchar íntegro para apreciarlo. En un contexto personal, recuerdo perfectamente cuando mi tío Alberto Méndez me puso este disco y quedé impresionado; posteriormente, en un cumpleaños, me regaló el CD.
¿Ustedes recuerdan algún otro disco de 1973?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario