Por Oscar Fernández Herrera
Citar a Frank Zappa debería ser suficiente para sugerir música realmente insurrecta pero estupenda. Después de un incidente en el Rainbow Theatre de Londres, Inglaterra, (que inspiraría a Deep Purple para componer la soberbia “Smoke on the water”), Zappa compuso música para una “orquestra eléctrica”. El resultado de su esfuerzo se tradujo en dos discazos: “Jaka/Jawaka”, de 1972, y “The Grand Wazoo”, del siguiente año. Se trató de un periodo particularmente fructífero para un músico de la más alta categoría.
Cinco décadas después llega a nuestras manos “Waka/Wazoo”, una colección que reúne, en más de cuatro horas, ensayos, maquetas, improvisaciones y tomas en directo de esta era rotulada comúnmente como “jazz rock”. El alcance de Zappa y su guitarra queda al descubierto con este ensamble que contó con los talentos de Aynsley Dunbar, George Duke, Don Preston y un larguísimo número de músicos de estudio.
El aspecto que ofrecen muchas de estas pistas es prodigioso porque algunos títulos suenan distinto a las versiones finales que conocemos (se extraña, por ejemplo, el toque country de “It just might be a one shot deal”). Pero, al mismo tiempo, suena desafiante y minucioso, con su creador siempre dispuesto a probar una y otra vez para lograr la toma perfecta.
Como en otras ocasiones, resulta difícil rescatar algunas canciones en particular, pero las mezclas alternas de “Big swifty” y “Waka/Jawaka”, y el outtake de “For Calvin” son fenomenales. Como sorpresas adicionales, el tercer disco contiene las grabaciones que Zappa produjo y tocó para George Duke en aquella época, y una presentación en vivo de 1972.
La suma de estas sesiones nos da una idea de lo increíble que era Zappa. Un disco para escucharse y atesorarse.
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