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sábado, 25 de marzo de 2023

Off The Wall


 

Por Oscar Fernández Herrera

 

Michael Jackson ya era una súper estrella cuando, en 1979, apareció “Off The Wall” en las estanterías. Su condición de niño prodigio quedaba atrás para mostrarnos a un artista mucho más experimentado, ansioso de justificarle al público su celebérrimo estatus. Sus primeros cuatro elepés, a los que sumaríamos la enorme cantidad de temas que grabó con los Jackson Five y The Jacksons, disfrutaron de la aprobación crítica y del reconocimiento del público.

 

A pesar de la enorme cantidad de elogios recibidos por casi diez años, el menor de los Jackson deseaba componer y producir música en sus propios términos. Él quería experimentar y ampliar sus horizontes creativos, mientras que sus hermanos y su padre estaban más interesados en producir álbumes similares a los que ya tenían. Por otra parte, Michael pretendía controlar más su carrera y tomar decisiones más importantes, algo que no era posible mientras trabajaba con su familia. Debido a esta presión, la separación de los Jacksons se produjo en 1984, después del lanzamiento de “Thriller”.

 

El proceso de composición de “Off The Wall” inició después de la gira “Destiny Tour” con los Jacksons, cuando Jackson sintió la necesidad de probar diferentes sonidos en su música. Para el disco, Michael trabajó con un equipo de compositores que incluyó a Paul McCartney, Stevie Wonder y Rod Temperton. También escribió los temas “Don't Stop 'Til You Get Enough” y “Working Day and Night”.

 

El álbum representó una bifurcación de la música pop que Michael acostumbraba, y en su lugar mostró un sonido más disco y funk. A través de sus diez pistas, “Jacko” quiso transmitir un mensaje de esperanza y júbilo, que animaran a las personas a superar sus dificultades y enfrentar la vida.

 

El productor Quincy Jones jugó un papel importante en la producción de “Off The Wall”. Jones, quien conoció a Michael durante la filmación de “The Wiz”, trabajó con él para perfeccionar el sonido y ayudarlo a encontrar su voz como solista. La colaboración fue un gran éxito, ya que el elepé se convirtió en un éxito de ventas y crítica, y lanzó a MJ a la fama mundial como artista en solitario.

 

En cuanto a las canciones que quedaron fuera del disco, se sabe que Michael había grabado varias canciones que finalmente no se incluyeron en la versión final del mismo. Algunas de estas canciones, como “Sunset Driver” y “Nite Line”, fueron lanzadas posteriormente en ediciones especiales de “Off The Wall”.

 

Sí, “Thriller” es un disco grandioso, casi monstruoso en términos comerciales y artísticos, pero el álbum que les reseño es igual de importante porque fue el que guio a su creador hacia la desmedida popularidad.  “Don’t Stop 'Til You Get Enough”, “Rock with You”, “Girlfriend” (escrita por Paul McCartney), “She’s out of my Life” y “I Can’t Help It” (composición de Stevie Wonder y Susaye Greene Brown). Del mismo modo, Rod Temperton sobresale gracias a sus tremendas composiciones, muchas de ellas clásicos del pop americano.

 

Un disco valiente que quizás no ganó todo lo que Michael Jackson deseaba, pero que dio pasos gigantescos hacia uno de los destinos musicales más prodigiosos en la historia del arte popular.

Macario


 

Por Edgar Fernández Herrera

 

“Esta es la humanidad. Aquí ves arder las vidas tranquilamente. A veces soplan los vientos de la guerra, los de la peste y las vidas se apagan por millares al azar.”

 

—La Muerte a Macario

 

Hace unos días, para ser exactos el 11 de marzo de este año, falleció el gran actor Ignacio López Tarso, un artista que fue parte de una maravillosa época del cine mexicano. Hay que decirlo como es: a López Tarso se le ubica con la cinta “Macario” (1959), que fue su gran consagración actoral; sin embargo, no es el único trabajo en el cual se puede admirar al oriundo de la CDMX. Cintas como “El hombre de papel” (1963), “El gallo de oro” (1964) y “Rapiña” (1973) -ésta última una verdadera joya filmada por el gran director gótico Carlos Enrique Taboada- son súper recomendables. Tampoco se vale olvidar su paso por la televisión, con buenas y malas telenovelas. Destaca en ese rubro la histórica “Senda de Gloria”.

 

No obstante, aunque parezca cliché, quiero rescatar la cinta “Macario”, primero porque sí es en realidad el trabajo crucial de López Tarso y, segundo, porque es uno de los grandes ejemplos de que en México cuenta con grandes producciones cinematográficas.

 

“Macario”, película de fantasía, ambientada en el México virreinal, es una adaptación cinematográfica de Roberto Gavaldón –con guion de Emilio Carballido y del director– del texto homónimo de B. Traven. En su momento la cinta fue muy atacada por los críticos de cine de esos años; una de las grandes quejas fue que filmada en blanco y negro. Para ellos, esto era una vergüenza porque podría decirse en el extranjero que en México éramos incapaces de filmar a colores y no estábamos a la altura de las producciones extranjeras; además, la critica también se centró en la imagen de la muerte. Se argumentaba que la muerte debía ser femenina, como en la tradicional catrina del Maestro José Guadalupe Posadas.

 

Ignacio López Tarso llega a los sets gracias a que otro monstruo de la actuación, Pedro Armendáriz, tuvo que rechazar el papel de Macario por su apretada agenda de trabajo. Gabriel Figueroa fue el que propuso a López Tarso para el protagónico.

 

La dulce y gran actriz Pina Pellicer sería la acompañante de Macario, la esposa abnegada que llegara a robar un guajolote para que Macario lo disfrute solo; desgraciadamente, en diciembre de 1964, la actriz fue encontrada muerta en su departamento de la Colonia Condesa. La causa fue una sobredosis de barbitúricos.

 

Enrique Lucero se luce a enormidades en su papel de la muerte. Actor de gran recorrido, aunque un poco olvidado. Su actuación en “Macario” fue tan magistral que la gente ha pasado por alto otras de sus grandes actuaciones. En “Canoa” personifico al sacerdote que incitó a la población a matar a jóvenes comunistas en ese fatídico 1968. Su fisonomía, muy delgada, fue la razón por la cual Gavaldón le dio el papel de “La Muerte”.

 

La historia del campesino que convida a la muerte un bocado del suculento guajolote y, a razón de esto, se le concede un extraordinario regalo, fue la primera película mexicana en ser nominada a Mejor Película Extranjera en los Oscar, perdiendo ante “El manantial de la doncella”, de Ingmar Bergman.

 

Sin embargo, a más de 50 años de haberse estrenado, ha sido todo un clásico de Día de Muertos y una inmortal dentro de la historia del cine mexicano. Sirva este pequeño escrito para honrar al gran Ignacio López Tarso. Buen viaje, Maestro.

sábado, 18 de marzo de 2023

¡Felices cincuenta, “Dark Side of the Moon”!


 

Por Oscar Fernández Herrera

 

Conocí al grupo de rock británico Pink Floyd gracias a mi hermano, quien, desde adolescente, presumía un conocimiento musical bastante amplio y refinado. Después, en mi carrera por alcanzarlo, encontré a David Bowie, quien grabó “See Emily Play” en 1973 para “Pin Ups”, su célebre álbum de covers. Fue así que comencé a escuchar a los ingleses regularmente. En la preparatoria, trabé amistad con un tipo que, de una u otra manera, alentó mi interés por el grupo que lideró Syd Barrett en sus inicios.

 

La obra de Pink Floyd antes de su magnífico “Dark Side of the Moon” ya era largamente celebrada por el público y la crítica. “The Piper at the Gates of Dawn”, “Atom Heart Mother” y “Meddle”, álbumes lanzados entre 1967 y 1971, son ejemplo de gran originalidad e inspiración. No obstante, nada nos insinuó lo que vendría con “El lado obscuro de la luna”.

 

“The Dark Side of the Moon”, producido en 1973, es considerado uno de los mejores álbumes de la historia del rock y es uno de los más influyentes e icónicos de Pink Floyd. Su concepción fue un proceso largo y complejo que involucró a todos los miembros de la banda, así como a algunos de sus colaboradores habituales.

 

Los antecedentes de este disco se remontan a la gira de Pink Floyd de 1972, en la que la banda estrenó algunas de las canciones que aparecerían en el álbum, como “Money” y “Us and Them”. Durante esta gira, el grupo comenzó a experimentar con efectos de sonido y grabaciones de campo, lo que sería una parte importante de “The Dark Side of the Moon”.

 

En cuanto al proceso de grabación, Pink Floyd comenzó a trabajar en el álbum en los estudios Abbey Road en 1972. La banda trabajó con el ingeniero de sonido Alan Parsons, quien se encargó de mezclar y grabar gran parte del álbum. También contaron con la colaboración del productor Chris Thomas, quien había trabajado previamente con ellos.

 

Pink Floyd empleó una variedad de técnicas de grabación innovadoras en el disco, como la superposición de pistas y la grabación de sonidos ambientales en el estudio y en lugares como aeropuertos y estaciones de tren. También se utilizaron instrumentos poco convencionales como sintetizadores, saxofones y coros.

 

Uno de los aspectos más notables de “The Dark Side…” es su estructura temática y conceptual. Las canciones se centran en temas como la locura, la muerte y la avaricia, y están unidas por efectos de sonido y fragmentos de diálogo. La obra también presenta una gran cantidad de sampleos, incluyendo extractos de entrevistas y sonidos grabados en el estudio.

                                                            

En cuanto a los músicos que participaron en este discazo, además de los miembros de Pink Floyd, se contó con la colaboración de Clare Torry, quien proporcionó la voz principal en la canción "The Great Gig in the Sky", y de Dick Parry, quien tocó el saxofón en varias canciones.

 

El proceso de creación de “The Dark Side of the Moon” fue un esfuerzo colaborativo y experimental en el que Pink Floyd trabajó con ingenieros de sonido y productores para crear un álbum conceptual que ha perdurado como uno de los más influyentes de la historia del rock progresivo. El grupo usó técnicas innovadoras de grabación y un enfoque temático cohesivo para crear una obra maestra musical que ha cautivado a generaciones de fanáticos de la música.

 

Lanzado al mercado en marzo de 1973, este álbum fue recibido con gran entusiasmo tanto por la crítica como por el público. Permaneció en las listas de popularidad de Europa y Estados Unidos durante años, convirtiéndose en un éxito comercial sin precedentes.

 

Los críticos destacaron la forma en que Pink Floyd logró combinar elementos de rock progresivo, jazz y música electrónica de manera cohesiva y emocional. También se elogió la estructura conceptual del álbum y la forma en que las canciones se unían en una experiencia auditiva única.

 

El éxito de “The Dark Side…” también llevó a Pink Floyd a embarcarse en una gira mundial, que incluyó shows masivos con elaborados efectos de luz y sonido. La gira fue considerada como uno de los espectáculos en vivo más impresionantes de la historia del rock.

 

Debido a su trascendencia, varios artistas hicieron versiones de canciones del álbum, incluyendo a Dream Theater, Phish y Easy Star All - Stars. Además, ha habido muchos tributos en vivo, en los que se ha interpretado el álbum en su totalidad, incluyendo espectáculos de orquesta y coros.

 

En cuanto a las parodias, varias rolas han parodiado temas de “The Dark Side of the Moon”, como “Weird Al” Yankovic con su canción “The Saga Begins”, que es una parodia de “American Pie”, original de Don McLean, pero ambientada en la trama de Star Wars. También ha habido parodias de algunas de las letras del álbum, como la canción “The Duck Side of the Moon”, de Budrick.

 

En cuanto al plagio, ha habido algunas controversias en las que se ha acusado a algunos artistas de haber copiado o reproducido parte del álbum. Uno de los casos más conocidos fue el del grupo chileno Los Jaivas, cuyo álbum “Alturas de Macchu Picchu” fue señalado de plagiar el sonido y la estructura de “The Dark Side…” También hubo acusaciones de plagio contra bandas como Muse y Radiohead, aunque en ambos casos se negaron las supuestas intenciones de plagio.

 

A pesar de todo lo que se ha expuesto, es indudable que el mito de este disco y sus creadores seguirá creciendo de manera casi perpetua. Un álbum que debe escuchar sí o sí. Felices cincuenta, “The Dark Side of the Moon”.

Nadie nos va a extrañar

  Por Oscar Fernández Herrera     Con frecuencia leo cómo la gente idealiza las décadas de los años sesenta, setenta e incluso ochenta...