Por Oscar Fernández Herrera
Michael Jackson ya era una súper estrella cuando, en 1979, apareció “Off The Wall” en las estanterías. Su condición de niño prodigio quedaba atrás para mostrarnos a un artista mucho más experimentado, ansioso de justificarle al público su celebérrimo estatus. Sus primeros cuatro elepés, a los que sumaríamos la enorme cantidad de temas que grabó con los Jackson Five y The Jacksons, disfrutaron de la aprobación crítica y del reconocimiento del público.
A pesar de la enorme cantidad de elogios recibidos por casi diez años, el menor de los Jackson deseaba componer y producir música en sus propios términos. Él quería experimentar y ampliar sus horizontes creativos, mientras que sus hermanos y su padre estaban más interesados en producir álbumes similares a los que ya tenían. Por otra parte, Michael pretendía controlar más su carrera y tomar decisiones más importantes, algo que no era posible mientras trabajaba con su familia. Debido a esta presión, la separación de los Jacksons se produjo en 1984, después del lanzamiento de “Thriller”.
El proceso de composición de “Off The Wall” inició después de la gira “Destiny Tour” con los Jacksons, cuando Jackson sintió la necesidad de probar diferentes sonidos en su música. Para el disco, Michael trabajó con un equipo de compositores que incluyó a Paul McCartney, Stevie Wonder y Rod Temperton. También escribió los temas “Don't Stop 'Til You Get Enough” y “Working Day and Night”.
El álbum representó una bifurcación de la música pop que Michael acostumbraba, y en su lugar mostró un sonido más disco y funk. A través de sus diez pistas, “Jacko” quiso transmitir un mensaje de esperanza y júbilo, que animaran a las personas a superar sus dificultades y enfrentar la vida.
El productor Quincy Jones jugó un papel importante en la producción de “Off The Wall”. Jones, quien conoció a Michael durante la filmación de “The Wiz”, trabajó con él para perfeccionar el sonido y ayudarlo a encontrar su voz como solista. La colaboración fue un gran éxito, ya que el elepé se convirtió en un éxito de ventas y crítica, y lanzó a MJ a la fama mundial como artista en solitario.
En cuanto a las canciones que quedaron fuera del disco, se sabe que Michael había grabado varias canciones que finalmente no se incluyeron en la versión final del mismo. Algunas de estas canciones, como “Sunset Driver” y “Nite Line”, fueron lanzadas posteriormente en ediciones especiales de “Off The Wall”.
Sí, “Thriller” es un disco grandioso, casi monstruoso en términos comerciales y artísticos, pero el álbum que les reseño es igual de importante porque fue el que guio a su creador hacia la desmedida popularidad. “Don’t Stop 'Til You Get Enough”, “Rock with You”, “Girlfriend” (escrita por Paul McCartney), “She’s out of my Life” y “I Can’t Help It” (composición de Stevie Wonder y Susaye Greene Brown). Del mismo modo, Rod Temperton sobresale gracias a sus tremendas composiciones, muchas de ellas clásicos del pop americano.
Un disco valiente que quizás no ganó todo lo que Michael Jackson deseaba, pero que dio pasos gigantescos hacia uno de los destinos musicales más prodigiosos en la historia del arte popular.