Por Oscar Fernández Herrera
Conocí al grupo de rock británico Pink Floyd gracias a mi hermano, quien, desde adolescente, presumía un conocimiento musical bastante amplio y refinado. Después, en mi carrera por alcanzarlo, encontré a David Bowie, quien grabó “See Emily Play” en 1973 para “Pin Ups”, su célebre álbum de covers. Fue así que comencé a escuchar a los ingleses regularmente. En la preparatoria, trabé amistad con un tipo que, de una u otra manera, alentó mi interés por el grupo que lideró Syd Barrett en sus inicios.
La obra de Pink Floyd antes de su magnífico “Dark Side of the Moon” ya era largamente celebrada por el público y la crítica. “The Piper at the Gates of Dawn”, “Atom Heart Mother” y “Meddle”, álbumes lanzados entre 1967 y 1971, son ejemplo de gran originalidad e inspiración. No obstante, nada nos insinuó lo que vendría con “El lado obscuro de la luna”.
“The Dark Side of the Moon”, producido en 1973, es considerado uno de los mejores álbumes de la historia del rock y es uno de los más influyentes e icónicos de Pink Floyd. Su concepción fue un proceso largo y complejo que involucró a todos los miembros de la banda, así como a algunos de sus colaboradores habituales.
Los antecedentes de este disco se remontan a la gira de Pink Floyd de 1972, en la que la banda estrenó algunas de las canciones que aparecerían en el álbum, como “Money” y “Us and Them”. Durante esta gira, el grupo comenzó a experimentar con efectos de sonido y grabaciones de campo, lo que sería una parte importante de “The Dark Side of the Moon”.
En cuanto al proceso de grabación, Pink Floyd comenzó a trabajar en el álbum en los estudios Abbey Road en 1972. La banda trabajó con el ingeniero de sonido Alan Parsons, quien se encargó de mezclar y grabar gran parte del álbum. También contaron con la colaboración del productor Chris Thomas, quien había trabajado previamente con ellos.
Pink Floyd empleó una variedad de técnicas de grabación innovadoras en el disco, como la superposición de pistas y la grabación de sonidos ambientales en el estudio y en lugares como aeropuertos y estaciones de tren. También se utilizaron instrumentos poco convencionales como sintetizadores, saxofones y coros.
Uno de los aspectos más notables de “The Dark Side…” es su estructura temática y conceptual. Las canciones se centran en temas como la locura, la muerte y la avaricia, y están unidas por efectos de sonido y fragmentos de diálogo. La obra también presenta una gran cantidad de sampleos, incluyendo extractos de entrevistas y sonidos grabados en el estudio.
En cuanto a los músicos que participaron en este discazo, además de los miembros de Pink Floyd, se contó con la colaboración de Clare Torry, quien proporcionó la voz principal en la canción "The Great Gig in the Sky", y de Dick Parry, quien tocó el saxofón en varias canciones.
El proceso de creación de “The Dark Side of the Moon” fue un esfuerzo colaborativo y experimental en el que Pink Floyd trabajó con ingenieros de sonido y productores para crear un álbum conceptual que ha perdurado como uno de los más influyentes de la historia del rock progresivo. El grupo usó técnicas innovadoras de grabación y un enfoque temático cohesivo para crear una obra maestra musical que ha cautivado a generaciones de fanáticos de la música.
Lanzado al mercado en marzo de 1973, este álbum fue recibido con gran entusiasmo tanto por la crítica como por el público. Permaneció en las listas de popularidad de Europa y Estados Unidos durante años, convirtiéndose en un éxito comercial sin precedentes.
Los críticos destacaron la forma en que Pink Floyd logró combinar elementos de rock progresivo, jazz y música electrónica de manera cohesiva y emocional. También se elogió la estructura conceptual del álbum y la forma en que las canciones se unían en una experiencia auditiva única.
El éxito de “The Dark Side…” también llevó a Pink Floyd a embarcarse en una gira mundial, que incluyó shows masivos con elaborados efectos de luz y sonido. La gira fue considerada como uno de los espectáculos en vivo más impresionantes de la historia del rock.
Debido a su trascendencia, varios artistas hicieron versiones de canciones del álbum, incluyendo a Dream Theater, Phish y Easy Star All - Stars. Además, ha habido muchos tributos en vivo, en los que se ha interpretado el álbum en su totalidad, incluyendo espectáculos de orquesta y coros.
En cuanto a las parodias, varias rolas han parodiado temas de “The Dark Side of the Moon”, como “Weird Al” Yankovic con su canción “The Saga Begins”, que es una parodia de “American Pie”, original de Don McLean, pero ambientada en la trama de Star Wars. También ha habido parodias de algunas de las letras del álbum, como la canción “The Duck Side of the Moon”, de Budrick.
En cuanto al plagio, ha habido algunas controversias en las que se ha acusado a algunos artistas de haber copiado o reproducido parte del álbum. Uno de los casos más conocidos fue el del grupo chileno Los Jaivas, cuyo álbum “Alturas de Macchu Picchu” fue señalado de plagiar el sonido y la estructura de “The Dark Side…” También hubo acusaciones de plagio contra bandas como Muse y Radiohead, aunque en ambos casos se negaron las supuestas intenciones de plagio.
A pesar de todo lo que se ha expuesto, es indudable que el mito de este disco y sus creadores seguirá creciendo de manera casi perpetua. Un álbum que debe escuchar sí o sí. Felices cincuenta, “The Dark Side of the Moon”.
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