Por Oscar Fernández Herrera
Después de los numerosos filmes sobre superhéroes que
aparecieron inicialmente en las historietas, la afirmación de un agotamiento
del género a la postre resulta irrefutable, pues el entusiasmo del público y
los ingresos en taquilla se derrumbaron con el imparable amontonamiento de
películas repletas de clichés, pésimas historias y actuaciones deslucidas.
De igual forma, es necesario señalar que fueron las películas
del MCU las que generaron un enorme beneficio económico y mediático,
deshaciéndose con ello de DC, la distinguible competencia (a pesar de la nada
despreciable lista de superhéroes que posee en sus distintos catálogos).
Con casi cien años de permanencia en el mercado de las
historietas, DC (antes National Allied Publications) nos ha fascinado con
relatos que van de lo fantástico a lo hiperrealista, sin omitir el drama, la
crítica, el sarcasmo y la denuncia. Son numerosas las historias que nos han regalado
artistas del calibre de Frank Miller, Neil Gaiman, George Pérez, Alan Moore,
Dan Jurgens, Jim Lee, Alex Ross y Geoff Johns, por mencionar sólo a algunos.
Con relación al rubro
cinematográfico, debo confesarles que el entusiasmo se esfuma porque, en
términos generales, el DC Extended Universe es dolorosamente inconsistente (con
la puntual excepción de las películas animadas).
Resulta forzoso tener en cuenta que las percepciones sobre
el éxito o el fracaso de una franquicia cinematográfica pueden cambiar según
las opiniones individuales. Si bien algunos pueden considerar que el DCEU ha
tenido dificultades en muchos sentidos, otros pueden tener opiniones
diferentes. Dicho esto, aquí hay algunos factores que se han citado como
posibles razones para explicar el fracaso del DCEU:
El DCEU ha sido objeto de comparaciones constantes con el
MCU, que ha tenido un gran éxito tanto en la taquilla como en la crítica. Esta
comparación generó altísimas expectativas y, al mismo tiempo, suscitó un considerable
escrutinio hacia las películas de DC.
En los primeros años del DCEU, hubo cambios en el liderazgo
creativo y la falta de una visión clara y coherente para la franquicia. Esto
resultó en filmes que no estaban bien conectados entre sí y presentaban tonos y
estilos diferentes. Muchos de ellos recibieron críticas mixtas y hubo falta de
continuidad narrativa.
Algunas de las primeras entregas del DCEU, como “Batman v
Superman: Dawn of Justice” y “Suicide Squad”, recibieron críticas mixtas por
parte de los críticos y aficionados. Si bien las opiniones de los críticos no
siempre determinan el éxito de un filme, éstas pueden influir en la percepción
general y en la recaudación en taquilla.
El DCEU ha tenido que competir con otras franquicias de
superhéroes sumamente exitosas, como el MCU y las últimas entregas de los X Men.
Por otra parte, la saturación del mercado de películas de superhéroes pudo
mermar el entusiasmo de algunas personas frente al género.
Desafortunadamente, numerosas cintas del DCEU han sido
impopulares por decisiones creativas, como cambios en la representación de los
personajes o desviaciones significativas de la historia y el tono establecidos
en los cómics. Estas medidas pudieron desencantar a parte del público objetivo.
Fue en este accidentado escenario que llegó “The Flash”, un
largometraje que se anunció como el gran emancipador del DCEU, capaz de
restituir el interés del público, de generar ingresos millonarios, y de contar
buenas historias (como en los cómics). Pero la fatalidad se hizo presente…
Desde su aparición en “Batman v Superman: Dawn of Justice”
y “Justice League”, Ezra Miller dejó una huella imborrable en el mundo de los
superhéroes con su interpretación única y sorprendente de Barry Allen, también
conocido como The Flash. Ahora, en su propia película en solitario titulada
simplemente “The Flash”, Miller vuelve a llevarnos a un vertiginoso viaje a la
velocidad de la luz que es emocionante, entretenido y lleno de sorpresas.
Dirigida por el talentoso Andy Muschietti, conocido por su
trabajo en las películas de terror “It”, “The Flash” se aleja de la oscuridad y
el tono serio de las entregas anteriores del DC y abraza una narrativa más
ligera y llena de humor. Esta elección tonal resulta en una cinta que se siente
fresca y divertida, sin sacrificar la emoción y la intensidad que esperamos de
una aventura de superhéroes.
La trama es una montaña rusa de emociones y giros
argumentales. Barry Allen se encuentra navegando por el tiempo y el espacio
mientras intenta desentrañar los misterios de su pasado y salvar el futuro. En
su búsqueda, se encuentra con versiones alternativas de personajes conocidos,
interpretados por un talentoso elenco que incluye a Kiersey Clemons como Iris
West y a Michael Keaton retomando su papel icónico como Batman. Estas
interacciones entre los personajes crean momentos de gran química y dan lugar a
algunas de las escenas más memorables de la película.
La acción es uno de los puntos fuertes de “The Flash”. Las
secuencias de carrera a alta velocidad son visualmente deslumbrantes y capturan
perfectamente la sensación de rapidez y adrenalina. Desgraciadamente, no todos
los efectos visuales son óptimos, pues algunos de ellos son francamente grotescos
o risibles, según se quiera mirar. Estos descuidos no sepultan a la emoción,
pero sí restan espectacularidad y realismo. Aun así, Muschietti demuestra su
habilidad para crear secuencias de acción emocionantes y coreografiadas con
precisión, que mantienen al público al borde de sus asientos en todo momento.
El guion equilibra habilidosamente la acción con la
exploración de los personajes. A medida que Barry Allen profundiza en su pasado
y lucha con las consecuencias de sus decisiones, se nos presenta un héroe con
vulnerabilidades y dudas, lo que lo convierte en un personaje más humano y
fácil de conectar. Ezra Miller brinda una actuación cautivadora y carismática,
que va desde momentos de humor hasta emociones profundas, y demuestra una vez
más su habilidad para llevar al público en un viaje emocional.
Si bien “The Flash” es una cinta en solitario, también
sirve como un homenaje a la rica historia de los cómics de DC y a la cultura
pop en general. Los fanáticos encontrarán numerosas referencias y guiños que
los harán sonreír y emocionarse. Además, la banda sonora es enérgica y llena de
ritmo, complementando perfectamente las escenas de acción y añadiendo una capa
adicional de emoción a la película.
A pesar de todos los elogios recibidos, “The Flash” se estrelló
horrendamente en las salas de cine en todo el mundo. Una lástima o, si se desea
hurgar en explicaciones más profundas, una bien ganada consecuencia por tantas
disposiciones ejecutivas que simplemente ignoraron el deseo de los
consumidores.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario