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sábado, 15 de noviembre de 2025

Easter


 

Por Oscar Fernández Herrera

 

 

 

Como en numerosas ocasiones, gracias a mi hermano escuché por primera vez a Patti Smith, una figura clave del punk y la poesía rock estadounidense. Su energía cruda, su voz intensa y su lírica rebelde la distinguen como un ícono contracultural. Con su álbum “Horses” fusionó arte, literatura y música en una fuerza visceral que redefinió la autenticidad artística.

 

“Frederick”, publicada en “Wave”, su cuarto trabajo discográfico, fue la primera canción que recuerdo de Smith. Pese a esta gran impresión, debo admitir que el álbum “Easter” y “Because The Night”, su sencillo más célebre, precedieron mis entusiasmos por esta gran intérprete americana.

 

El Patti Smith Group se encontraba de gira con Bob Seger en 1977 cuando, después de un desafortunado accidente, germinaron las primeras notas de lo que sería su álbum más popular en términos de crítica y aceptación comercial. La presión sobre el grupo aumentaba: eran los primeros del circuito underground neoyorquino en firmar con una discográfica de gran nivel y necesitaban “conectar” con el gran público cuanto antes.

 

La decisión de elegir a Jimmy Iovine como productor dio a Patti Smith y a su banda la dirección correcta para grabar “Easter”, aunque corrían el riesgo de quedar “atrapados en una doble trampa clásica: acusados de venderse por sus antiguos aliados y de no vender por sus nuevos admiradores”, según el crítico Robert Christgau.

 

Patti y sus compañeros entraron al estudio con una lista de canciones ya probadas en directo: “Space Monkey”, “Privilege” y “Rock ‘N’ Roll Nigger”, entre otras. Después de que Arista Records rechazara “Rock ‘N’ Roll Nigger” como título del disco y sencillo principal, las frustraciones surgieron de inmediato.

 

Si bien se mostró renuente en un principio, Smith accedió a escuchar una maqueta descartada que Iovine había trabajado anteriormente con Bruce Springsteen. “Because The Night” era el éxito que buscaban.

 

Con “Easter”, Patti Smith alcanzó el equilibrio entre su instinto poético y la contundencia del rock. El disco no solo consolidó su reputación como una artista íntegra y desafiante, sino que también le permitió abrir una grieta en el muro que separaba la vanguardia del gran público. “Because The Night” se convirtió en un himno de deseo y emancipación, mientras canciones como “Till Victory” y “25th Floor” reafirmaron su fuerza espiritual y su comunión con el lenguaje del rock.

 

En este punto, Smith no solo regresaba de una caída física, sino que renacía como una figura esencial de la música moderna, capaz de transformar vulnerabilidad en poder y ardiente poesía.

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