Por Oscar Fernández Herrera
Como en numerosas ocasiones, gracias a mi hermano escuché
por primera vez a Patti Smith, una figura clave del punk y la poesía rock
estadounidense. Su energía cruda, su voz intensa y su lírica rebelde la
distinguen como un ícono contracultural. Con su álbum “Horses” fusionó arte,
literatura y música en una fuerza visceral que redefinió la autenticidad
artística.
“Frederick”, publicada en “Wave”, su cuarto trabajo
discográfico, fue la primera canción que recuerdo de Smith. Pese a esta gran
impresión, debo admitir que el álbum “Easter” y “Because The Night”, su
sencillo más célebre, precedieron mis entusiasmos por esta gran intérprete
americana.
El Patti Smith Group se encontraba de gira con Bob Seger en
1977 cuando, después de un desafortunado accidente, germinaron las primeras
notas de lo que sería su álbum más popular en términos de crítica y aceptación
comercial. La presión sobre el grupo aumentaba: eran los primeros del circuito
underground neoyorquino en firmar con una discográfica de gran nivel y
necesitaban “conectar” con el gran público cuanto antes.
La decisión de elegir a Jimmy Iovine como productor dio a
Patti Smith y a su banda la dirección correcta para grabar “Easter”, aunque
corrían el riesgo de quedar “atrapados en una doble trampa clásica: acusados de
venderse por sus antiguos aliados y de no vender por sus nuevos admiradores”,
según el crítico Robert Christgau.
Patti y sus compañeros entraron al estudio con una lista de
canciones ya probadas en directo: “Space Monkey”, “Privilege” y “Rock ‘N’ Roll
Nigger”, entre otras. Después de que Arista Records rechazara “Rock ‘N’ Roll
Nigger” como título del disco y sencillo principal, las frustraciones surgieron
de inmediato.
Si bien se mostró renuente en un principio, Smith accedió a
escuchar una maqueta descartada que Iovine había trabajado anteriormente con
Bruce Springsteen. “Because The Night” era el éxito que buscaban.
Con “Easter”, Patti Smith alcanzó el equilibrio entre su
instinto poético y la contundencia del rock. El disco no solo consolidó su
reputación como una artista íntegra y desafiante, sino que también le permitió
abrir una grieta en el muro que separaba la vanguardia del gran público.
“Because The Night” se convirtió en un himno de deseo y emancipación, mientras
canciones como “Till Victory” y “25th Floor” reafirmaron su fuerza espiritual y
su comunión con el lenguaje del rock.
En este punto, Smith no solo regresaba de una caída física,
sino que renacía como una figura esencial de la música moderna, capaz de
transformar vulnerabilidad en poder y ardiente poesía.

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