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sábado, 12 de febrero de 2022

Homogenic


 

Por Oscar Fernández Herrera

 

Después de una irregular presencia en The Sugarcubes, la islandesa Björk Guðmundsdóttir estaba lista para sorprender al mundo y conquistarlo con su magnífica propuesta musical. El resultado de años de trabajo y experimentación llegó con “Debut”, un disco que le facturó millones en ventas y sus primeros clásicos: “Human Behaviour”, “Venus as a boy” y “Big Time Sensuality”. “Post”, su segunda entrega, cerró un primer ciclo lleno de aplausos y honores por parte del público y la prensa especializada.

 

Pocos imaginaron lo que vendría después, pues se apostaba por una continuidad en términos de accesibilidad musical y presencia habitual en los escenarios aptos para la música alternativa. Sin embargo, la respuesta de nuestra protagonista fue arrolladora: “Homogenic”, un auténtico torbellino de resonancias opuestas, pero dulcemente entretejidas.

 

Escuchar este disco es una de las experiencias más bellas que hay, pues te sacude y aparta de las ramplonerías y malas formas de la música más convencional. Es simplemente perfecto gracias al decidido contacto que la electrónica establece con los instrumentos de cuerda.

 

Sublime, puro y delirante, “Homogenic” es uno de los discos más arriesgados en la escena alternativa de la última década del Siglo XX. La obra inicia con “Hunter”, una romanza cubierta de beats electrónicos y una instrumentación que recuerda ligeramente a Ravel. El videoclip, dirigido por Paul White, es una obra maestra.

 

“Jóga” es un poema musicalizado por ritmos quebrados y sombríos. Se trata de uno de los puntos más altos del disco. Para muchos seguidores de Björk, es una de sus mejores composiciones. Tom Yorke, líder de Radiohead, señaló alguna vez que “Unravel” era su canción favorita gracias a sus pasajes recitados y su órgano incorporado. Lo anterior queda demostrado con las interpretaciones de este clásico que la banda ha hecho en sus conciertos.

 

“Bachelorette”, el primer sencillo de “Homogenic”, es, francamente, otro momento de esplendor que da su lugar a “All Neon Like”, una obra presentada inicialmente en el poema “Techno Prayer”. Sus ritmos repetitivos y etéreos son alucinantes.

 

Producto de una relación fracturada con Tricky, “5 Years” se distingue por sus ásperas cadencias y locuciones angustiosas. “Immature” arrasa con su aparente respuesta a la pista anterior: “How could I be so immature to think he could replace the missing elements in me… How extremely lazy of me!”

 

Los momentos más resonantes llegan con “Alarm Call” y “Pluto”, aunque ésta última divide opiniones por la locura que emana. El cierre que “All Is Full Of Love” le da al disco es el propio de una pieza magistral. Un discazo por donde se le quiera ver.

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