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sábado, 12 de febrero de 2022

La 4T: quejidos, descalificaciones y torpeza

 

Por Oscar Fernández Herrera

 

Para Andrés Manuel López Obrador, el eterno candidato presidencial, el periodismo es un oficio al que le falta “imaginación, talento y profesionalismo”. Qué inocente sería afirmar que en el periodismo todo es ético e incorruptible, pues todos trabajamos por aspiración o beneficio. En cualquier profesión encontraremos las mismas directrices, si bien el alcance de las palabras del periodista es inmediato y tremendamente disuasivo; de ahí que le llamemos el cuarto poder.

 

Que López Obrador sea blanco de oprobios y golpeteos mediáticos no es justo ni legal, y tampoco puede alegarse que son atributos de una democracia bien entendida porque no es así. El ejercicio periodístico es un contrapeso necesario para frenar los abusos del poder, por lo que requiere de prolijidad y dedicación.

 

Del mismo modo, es censurable la postura del presidente cuando señala que todo aquel que difiere y critica es falto de ética, pues todas las formas de gobierno ocasionan comentarios, apreciaciones y opiniones disímiles. El manifestar su “derecho a la réplica” es igualmente ruin porque detrás de él se encuentra todo el aparato estatal para denostar, presionar y acorralar a aquellos que, con sus investigaciones, ponen el dedo en la llaga.

 

Obrador se niega a aceptar que la prensa hace críticas a las deficiencias de su gobierno y prefiere disfrazarlas como una oposición flagrante a su proyecto político. Sus respuestas son tan reduccionistas como inadmisibles, notablemente distantes a lo que requiere un escenario tan desigual como el de México.

 

Para el mandatario lo prioritario es victimizarse. Usa el púlpito mañanero para manifestar cómo se siente. Nada de respuestas, acciones o estrategias. Somos una sociedad tan lastimada que ya no podemos tolerar solo retórica e indolencia. Elegimos al tabasqueño para reconstruir al país, no para escuchar justificaciones o disculpas.

 

En lugar de sumirse en una batalla con la prensa, Obrador debería estar más preocupado por la falta de resultados en su administración. Así de fácil.

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