Por Oscar Fernández Herrera
Después del modesto alcance de “Golden”, del que sobresalieron “Raining glitter”, “Dancing” y “Stop me from falling”, el futuro de Kylie Minogue parecía un poco dudoso. No obstante, una grandísima legión de seguidores esperaba, impaciente, el próximo álbum de la australiana. El lanzamiento de “DISCO” emocionó a sus incondicionales e interesó a los que disfrutan del pop bailable y juguetón.
“DISCO” es un álbum engañoso, pues pareciera que todo en él es completamente artificial. Pese a todo, este dictamen es completamente falso, pues escuchamos un trabajo repleto de chispa, imaginación y melancolía. Simultáneamente, presenta a los más jóvenes uno de los géneros musicales más gozosos y audaces que han existido. En su momento más alto, la música disco fue sinónimo de vanguardismo y experimentación, aunque bien sabemos cómo terminó la historia.
Lo que debe señalarse en primer lugar es el nulo propósito de Kylie para ofrecernos un trabajo que utilice ordinariamente el factor nostalgia para lograr protagonismo mediático y ventas multimillonarias. Se trata de su mejor trabajo desde “Aphrodite” (2010), todo un rompe pistas (bailable, muchísimo). Sky Adams, Duck Blackwell y Biff Stannard, entre otros tantos nombres bastante conocidos en la industria musical europea, usan sus habilidades técnicas para fusionarlas espléndidamente con el talento de una de las últimas divas de pop más elegante.
El disco bebe directamente de ABBA, Sylvester y Daft Punk (de “Discovery”) para recordarnos ese sentimiento bullicioso que nos levantaba de la silla para irnos a bailar, libres de temores y preocupaciones. “Real Groove”, “Miss a thing”, “Magic”, “Say something” y “Supernova” son potentes muestras de lo que “DISCO” ofrece. No obstante, aún pueden destacarse las pistas “I love it”, “Monday blues” y “Unstoppable” para proclamarlo como uno de los álbumes más notables del año.
El insospechado éxito de “DISCO” produjo diferentes versiones del mismo: regular, deluxe, guest list edition y extended mixes, algo francamente asombroso en tiempos donde la gente ya no compra tantos discos. En el guest list aparecen Dua Lipa, Jessie Ware, Basement Jaxx, Purple Disco Machine, Years & Years y, cómo no, Gloria Gaynor. Probablemente sea la versión del plato que más recomendaría.
Éramos felices y no lo recordábamos hasta que Kylie dio luz a esta maravilla.
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