Bebel Gilberto

 

Por Oscar Fernández Herrera

 

Después de un sorprendente debut, la brasileña Bebel Gilberto nos presentó un trabajo lleno de emociones y honestidad. Bautizado con su nombre, el disco descubrió madurez y calidez interpretativa, con finos arreglos acústicos y discretos acompañamientos electrónicos. Sin lugar a dudas, lo que más llama la atención es la dulce voz de la hija de João Gilberto y Miúcha, dos leyendas de la música popular brasileña.

 

Producido por Marius de Vries (sí, uno de los muchos productores de Björk), “Bebel Gilberto” es tremendamente íntimo, consolidando así las habilidades de su intérprete para componer. “Cada beijo”, por ejemplo, redefinió el pop carioca con increíble fuerza. Bebel demostró que con su música deseaba despertar ese sentimiento de melancolía propio de la bossa nova en sus propios términos.

 

Diferenciándose de “Tanto tempo”, en “Bebel Gilberto” encontramos que muchas canciones están trabajadas en inglés, un idioma natural para Bebel, pues nació y residió en NY. A pesar de las posibles detracciones, “Baby” (el clásico de Caetano Veloso y Gal Costa), “All around”, “River song”, “Next to you” y “Every day you’ve been away” suenan naturales y originales.

 

Pero el verdadero placer se encuentra en las melodías cantadas en portugués: “Simplesmente”, “Aganjú”, “Jabuticaba” y “Cada beijo” son las joyas de la corona.