Vistas a la página totales

sábado, 18 de junio de 2022

El escapulario


 

Por Oscar Fernández Herrera

 

Un sacerdote llega al pueblo y rápidamente es solicitado para acompañar a una anciana en sus últimas horas. Mientras espera a que le abran la puerta principal, dos tipos acechan al párroco para quitarle el reloj de oro que le notaron en la mañana. La noche es silente cómplice de lo que ocurre. Dentro de la casona esperan cosas aún más macabras.

 

Prisionera de su cama, María Pérez aguarda, impaciente, la llegada del sacerdote para entregarle un escapulario, una prenda sagrada de tela que cuelga sobre el pecho y por la espalda, y que les salvó la vida a tres de sus cuatro hijos. Desconfiado, el religioso prefiere sus adoraciones al ofrecimiento de la anciana. Cansada pero decidida, aquella mujer se dispone a demostrarle el milagroso poder de aquel escapulario.

 

Sin más opción que escuchar los relatos, el sacerdote comprobará gradualmente las palabras de María, permitiéndole a los minutos transcurrir sin descanso. Las historias, no hace falta decir, están plagadas de suspenso y situaciones completamente fantásticas. Cada historia sorprende más que la anterior debido a sus ataduras y maquinaciones. El clérigo descubrirá un terrible secreto cuando, al salir de la casona, enfrente a los ladrones que lo espiaban desde el principio.

 

Dirigida por Servando González, “El escapulario” (1968) es una muestra de cómo lo bendito y lo sobrenatural delimitan el pensamiento del mexicano. El filme exhibe, de manera absoluta, principios que causan incertidumbre y temor en los espectadores. La fotografía, del maestro Gabriel Figueroa, es un elemento importantísimo para lograr esas escalofriantes sensaciones de las que les hablo.

 

La atmósfera recreada en él resulta increíble. Recuerdo que ya me fascinaba desde que era pequeño, si bien me resultaba imposible comprender los detalles de la historia. Esos los iría discerniendo con el paso de los años.

 

Sin lugar a dudas, “El escapulario” es una de mejores películas de suspenso en la historia del cine mexicano. Filmada en blanco y negro, también presume audaces técnicas de filmación (algunas de ellas únicas en el ámbito cinematográfico nacional). Si no ha tenido la oportunidad de mirarla, hágalo que no se arrepentirá.

 

Las actuaciones de Enrique Lizalde, Ofelia Guilmáin, Enrique Aguilar, Carlos Cardan, Federico Falcón, Alicia Bonet, Eleazar García, Jorge Russek, Jorge Lavat, y José Carlos Ruiz son admirables.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

60 Años de Highway 61 Revisited

  Por Edgar Fernández Herrera     Con el recién estreno de “A Complete Unknown”, de alguna manera Bob Dylan volvió a ser tema de conve...