Por Oscar Fernández Herrera
“Felicitaciones por la boda” (“Badhaai Do”, en hindi) es de esas películas que nos demuestran, una vez más, que las mentiras que llevan a otra y a otra mentira siempre acabarán fatalmente. En este recomendadísimo filme hindú conoceremos al policía Shardul Thakur y a la profesora de educación física Sumi Singh, quienes deciden casarse para librarse de los reproches familiares causados por su soltería. El problema es que ambos “enamorados” son homosexuales de clóset.
De esta forma inicia esta comedia romántica que nos entretendrá con comiquísimas situaciones; no obstante, en medio de las bufonadas encontraremos distintos elementos para el análisis: la aceptación, la testaruda (casi sectaria) moral de las personas, y la homofobia en los círculos familiar y social. La película, a pesar de sus dos horas de duración, nunca pierde el ritmo y la frescura.
Los miedos de Shardul y Sumi son, al mismo tiempo, tan parecidos y opuestos que cada uno dispone de los minutos y espacios necesarios para enfrentarlos. Irónicamente, la química entre ambos personajes (interpretados por Rajkummar Rao y Bhumi Kulkarni) es increíble.
Poco a poco simpatizaremos con ambos protagonistas al punto que desearemos verlos felices lo antes posible. A pesar de ser un melodrama disfrazado de risas, es obligatorio “sentir” la marginación y el rechazo que sufren los miembros de la comunidad LGBT antes de señalarlos y prohibirles lo que les pertenece por derecho irrenunciable: el amor.
Las circunstancias no se presentan de manera simple o espontánea; sin embargo, la dirección de Harshavardhan Kulkarni logra engancharnos rápidamente para obsequiarnos una de las mejores cintas gay del año.
Si a usted, estimado lector, desconfía de las cintas bollywoodenses que además son musicales, permítame decirle que “Felicitaciones por la boda” carece de esos estrafalarios principios que siguen muchas de las películas que de allá nos llegan.
Súper honesta, divertida y aleccionadora. La actuación de Rajkummar Rao es buenísima. Su final le robará algunas lágrimas. Véala ya en Netflix.
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