Vistas a la página totales

sábado, 13 de agosto de 2022

A Rush of Blood to the Head


 

Por Edgar Fernández Herrera

 

Hace veinte años, la banda británica Coldplay, publicaba su segundo disco titulado “A Rush Of Blood To The Head”, un gran éxito comercial que llegó al número uno de las listas de venta en el Reino Unido.

 

Coldplay, hasta ese momento, me parecía una banda interesante; no es el estilo de música que normalmente seguía. Hoy en la mañana mientras viajaba al trabajo y, para relajar el tráfico, me puse a escuchar este disco. Muy agradable y bastante bueno. Coldplay mostraba una notable mejoría, en comparación con su anterior trabajo (“Parachutes”). También recuerdo que por esos años los calificaban como la versión light de Radiohead, aunque siempre me pareció muy injusto ese calificativo. Si bien no era banda de rock en todo el sentido de la palabra, y su sonido estaba muy lejos de las agrupaciones como The Kills, The White Stripes o The Strokes, era una banda que manufacturaba un buen rock pop.

 

“A Rush of Blood to the Head” cuenta con un puñado de grandes canciones como la inicial “Politik” que, aunque no fue sencillo, es una de las favoritas de los fans. Gran inicio que cede su lugar a una de las bellas canciones del álbum: “In my place”, que fue la primera canción en grabarse. Así, el disco transcurre con God put a smile upon your face”, “Daylight”, “A whisper” y “Clocks”, probablemente el gran éxito de Coldplay; atención, éxito no quiere decir que sea la mejor.

 

Sin embargo, la gran joya de este trabajo discográfico es “The Scientist”, bellísima balada en la cual resalta un maravilloso piano y la estupenda voz de Chris Martin. Inspirada en “All things must past”, de George Harrison, Martin la escribió durante su estadía en Liverpool, donde se encontraba la banda trabajando en el disco. La letra alude a un hombre rendido ante el amor, que expresa su deseo de volver a los comienzos de cuando se inicia una relación. Fantástica canción.

 

Ignoro totalmente si Coldplay siguió con trabajos buenos como “A Rush…”, pues, como lo mencioné, no es una banda que llame la atención; sin embargo, este disco siempre me ha resultado muy agradable. El volver a escucharlo me alegró la mañana y me trajo varios recuerdos de hace 20 años.

 

 

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nadie nos va a extrañar

  Por Oscar Fernández Herrera     Con frecuencia leo cómo la gente idealiza las décadas de los años sesenta, setenta e incluso ochenta...