Por Edgar Fernández Herrera
Hay canciones que, de manera sobresaliente, traspasan las fronteras del tiempo sin ningún problema, convirtiéndose en himnos; tal es el caso de “Johnny B Good”, un relato sobre el sueño americano con un riff incendiario que, a 65 años de su lanzamiento, sigue siendo obligatoria para cualquier guitarrista y melómano que se aprecie de serlo.
Para la noche vieja de 1952, Johnnie Johnson, con su “Johnnie Johnson Trio”, tenía pactada una presentación, pero le hacía falta un saxofonista. Lo encontró en un guitarrista de nombre Chuck Berry. Johnson y Berry se hicieron grandes amigos; Chuck, un gran músico, era muy ambicioso, por lo que no le costaría trabajo adueñarse de la agrupación y convertirla en “Chuck Berry Combo”.
El golpe de suerte llegó cuando Berry conoció a uno de sus ídolos: Muddy Waters; fue éste quien le sugirió ir a la “ciudad de los vientos” y presentarse con Leonard y Phil Chess, dueños del sello Chess Records, que se especializaba en blues eléctrico. Es en Chicago, con el mítico sello, donde Berry demostró su talento y junto a Johnson empezó a crear los primeros clásicos del género, el incipiente “rock and roll”.
Este clásico data de 1955, Berry tomó como primicia a su compañero, quien tenía un problema con la bebida, pero como avanzó el proceso de composición, Berry lo dio un toque autobiográfico.
Pese a la creencia popular, el riff, uno de los mas reconocibles dentro de la historia del rock and roll, no fue copiado a Marty McFly, Berry lo tomó prestado del intro de guitarra de Carl Hogan en el tema “Ain´t that just like woman (they´ll do it everytime), canción de 1946 y que era interpretada por Louis Jordan, uno de los héroes de Chuck Berry.
Publicada un 31 de marzo de 1958, llegó a los primeros lugares de las listas de popularidad y es considerada entre las mejores 500 canciones de todos los tiempos, todo un hito.
Johnnie Johnson participó en la canción como guitarrista, no como pianista, como habitualmente hacía. Johnson también llegó a participar como escritor en varias composiciones; sin embargo, jamás se le dio ningún crédito, en 2000 interpuso una demanda al guitarrista para reclamar la parte que le correspondía, desgraciadamente para el pianista, la resolución jurídica falló de forma negativa, ya que había pasado mucho tiempo para el reclamo de regalías.
Para terminar, comentaremos una curiosidad: el señorón que toca el contrabajo, es nada mas y menos que el gran Willie Dixon, “La eminencia gris del Blues de Chicago”.
“Johnny B Good” toda una pieza clásica de la música del siglo XX.
“Go, go, go, Johnny, go, go
Go, Johnny, go, go
Go, Johnny, go, go
Go, Johnny, go, go
Johnny B. Goode…”
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