Klaus Nomi

 Por Oscar Fernández Herrera

El camaleónico David Bowie se despidió de los setenta con una recordadísima actuación en “Saturday Night Live”. En aquella ocasión, el 15 de diciembre de 1979, el maestro inglés interpretó “The man who sold the world”, “TVC 15” y “Boys keep swinging” acompañado por Klaus Nomi y Joey Arias en los coros. El momento, único e irrepetible, nos regaló a Bowie con un traje inspirado en los bocetos de Sonia Delaunay para la obra teatral “Le Cœur à gaz”. Quizá más importante que el mismo duque blanco fue la primera aparición en directo de Klaus Nomi, un contratenor alemán que sacudió al mundo del arte en Nueva York.

Originario de Baviera, Alemania, Klaus Sperber descubrió desde pequeño un amor casi desmedido por la ópera y la música clásica en general. Su particular fascinación por María Callas lo llevó a trabajar como asistente en la Ópera de Berlín, donde ofreció sus primeros recitales mientras hacía la limpieza del lugar. Su público ocasional fue el primero en escuchar su extraordinario canto gracias a algunos temas de Elvis Presley. Después de asumir su homosexualidad, Klaus decidió emigrar a Estados Unidos para instalarse en la Gran Manzana y probar fortuna.

Más tarde asumió el nombre de Nomi, un anagrama de “Omni”, una publicación de temas extraterrestres, del cual era muy aficionado. Fue así que nació un artista que mezcló anacrónicamente la ópera y el synth pop, aunque su debut definitivo se produjo en 1978 cuando acaparó la atención del público neoyorquino gracias al “New Wave Vaudeville” que, a la postre, le permitiría trabajar con una jovencísima Madonna y David Bowie.

Después de su aparición con el camaleón, Nomi firmó con RCA Records para grabar “Klaus Nomi”, su primer disco de larga duración, un trabajo que lo llevaría al olimpo del New Wave. “Keys of life”, la pista inicial, es una composición abstracta con una diáfana influencia electrónica. A pesar de lo anterior, el resto del álbum incluye clásicos del pop sesentero. “The twist”, de Chubby Checker, y “Lightning strikes”, de Lou Christie, son ejemplos de ello. De atmósferas inquietantes, algunas claramente postpunk, “Klaus Nomi” sobresale enormemente por su poderoso rango vocal.
            
Dos de las pistas del disco proceden de la música clásica de aire gótico: “The cold song”, una interpretación de una obra incluida en la semi ópera “Rey Arturo”, y “Samson and Delilah”, un aria de la ópera del mismo nombre. En la parte original, figura la contribución de Kristian Hoffman.

Su estética futurista y astronómica es ampliamente recordada, y su aspecto de pierrot es un sello inconfundible, pues ha sido homenajeado por artistas como Anohni, Lady Gaga y Jean Michel Basquiat.

Klaus Nomi falleció trágicamente a los 39 años por complicaciones relacionadas con el Sida.