Por Oscar Fernández Herrera
Definido como “una especie de estado de fluidez en el que
uno puede perder la noción del tiempo”, FKA Twigs nos da tremenda bofetada con
su último álbum de estudio; uno que los deleitará con sus intrépidos giros del
techno al house con un toque de pop y drum and bass.
“EUSEXUA” es eufórico y catártico; con él, FKA Twigs
demuestra su enorme talento para fluir en medio de una ráfaga de múltiples
géneros y atarnos a esta prodigiosa experiencia sonora. Como es de esperarse, su
tercer disco no es para oídos convencionales, pues se trata de un manifiesto cargadísimo
de temas relacionados con la sensualidad, el dolor y la autoexploración que,
aunque recurrentes en su discografía, aquí se presentan con una tensión más
explícita e intensa.
La interacción entre la voz etérea de la artista británica y
los sintetizadores, que oscilan entre lo etéreo y lo industrial, crea una
atmósfera tensa y narcótica. Como resultado, FKA Twigs incrementa (aún más) su dominio
único dentro de la música experimental, pero con una complejidad que puede
dividir opiniones.
No hay duda de que sigue siendo una de las intérpretes más
intrigantes y provocadoras de su generación. Un álbum
que merece escucharse completito, si bien destacan “Room of Fools”, “Girl feels
good”, “Keep it, hold it”, “Drums of Death” y “Sticky”.
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