Por Oscar Fernández Herrera
Conocido por su aclamadísimo sencillo debut “Location”,
Khalid regresa con gran fuerza para entregarnos “Sincere”, su tercer disco de
larga duración. Fueron cinco años de espera desde “Free Spirit”, su último esfuerzo
artístico. En él, podemos atestiguar una espectacular progresión sonora a
través de temas relacionados con el amor, la pérdida y el autodescubrimiento.
Después de la promoción de múltiples sencillos, Khalid giró
su atención hacia un R&B más dulce y honesto para concedernos una sólida
propuesta, cargada de referencias al trap soul, funk y blues. Pese a un
arranque poco sorprendente, “Broken” y “Dose” anuncian con creces la tersa
atmósfera nocturna que disfrutaremos a continuación.
“Adore U”, “Please don’t fall in love with me”, “Breathe”
(con Arlo Parks) y “Heatstroke” son, personalmente, fenomenales y muy
radiables. Pese a lo anterior, a “Sincere” le sobran tantas distorsiones en la
voz y armonía. Un poco de crudeza pudo ser un acierto, pero Khalid no arriesgó
y se quedó en su zona de confort.
Un gran acierto es, sin duda, la madurez en las letras. En
este sentido, Khalid nos regala su mejor escritura hasta el momento, aunque
queda la impresión de que no supera lo hecho en discos anteriores.
Los ganchos están, la acústica es, en general, sublime y la
producción, impecable; sin embargo, “Sincere” pasa por algunos altibajos y se
queda un poco corto al final.
Libre de presiones comerciales, Khalid optó por un
crecimiento artístico que se agradece a pesar de las inconsistencias (“Ground”,
“Who’s there to pick me up” y “long way home” son, por ejemplo, entregas
bastante medianas).
Su público lo encontrará crecidamente bello, aunque los
oyentes ocasionales lo tildarán de lineal y poco arriesgado. Yo lo encontré muy
agradable. Escúchelo.
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