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sábado, 29 de marzo de 2025

The Great Crossover Potential


 

Por Oscar Fernández Herrera

 

 

 

Deambulaba por el ya desaparecido Mix Up Zona Rosa cuando me topé con “Homogenic” de Björk, en 1997. Decenas de discos, en múltiples formatos, estaban acomodados en un escaparate para que las personas se acercaran y la descubrieran. Fue así como me entusiasmé con su música. Poco a poco fui conociéndola y escuchando las canciones que grabó antes de esa obra maestra. Desdichadamente, mi economía era todo menos robusta, por lo que tardé un tiempo en dar con los álbumes de The Sugarcubes, la banda con la que la islandesa grabó antes de conquistar al mundo con “Debut” en 1993.

 

The Sugarcubes se formaron en 1986, y fueron muy conocidos por su estilo experimental y ecléctico que fusionaba rock alternativo, post punk y elementos de la música electrónica. La agrupación catapultó a Björk al estrellato internacional gracias a su éxito “Birthday”. Si bien su carrera fue efímera, con solo tres álbumes de estudio (“Life’s Too Good”, “Here Today, Tomorrow Next Week” y “Stick Around For Joy”), su impacto en la música alternativa de los años 90 fue significativo, antes de que Björk emprendiera su exitosa carrera en solitario.

 

Pese al buen desempeño comercial de sus trabajos discográficos, múltiples factores causaron su separación. Muchos fanáticos de Björk sugirieron que el estilo provocador y excéntrico de Einar Örn Benediktsson (encargado de la voz y las trompetas) fue el detonante. En lo personal, debo reconocer que nunca me gustó el timbre de Benediktsson (en muchas ocasiones pensé que sus intervenciones arruinaron las canciones), pero no puedo asegurarlo. Todo apunta a que tanto las pretensiones artísticas de The Sugarcubes como los intereses personales de sus miembros suscitaron la ruptura.

 

“The Great Crossover Potential”, comercializado originalmente en 1998, es su único álbum de grandes éxitos, uno muy completo y disfrutable (aunque en él no encontramos nada inédito o rarezas). Escucharlos nos permite el descubrimiento de una intrépida mezcla de géneros como el rock alternativo, el pop experimental y la electrónica.

 

Temazos como “Birthday”, “Hit”, “Planet”, “Regina”, “Coldsweat”, “Deus” y “Motorcrash”, entre otros, son esenciales para los seguidores del grupo y los incondicionales de la señora Guðmundsdóttir, una de las artistas (con mayúsculas) más originales que hay en la actualidad. “Chihuahua” es un gusto culposo, lo admito (quizá este tema debió ser reemplazado por “Fucking In Rhythm & Sorrow”).

 

Disponible en múltiples formatos.

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