The Walking Dead

 

Por Oscar Fernández Herrera

 

Gracias a “The Last of Us”, admiradísima producción de HBO, el entusiasmo por los temas relacionados con los zombis regresó con gran fuerza. En consecuencia, muchos recordamos que, hace unos cuantos años, “The Walking Dead” era la reina del género postapocalíptico, pues conquistó a millones en todo el mundo con su historia llena de “caminantes”, atmósferas sombrías y humanos sedientos de hostilidad y desesperados por subsistir un día más.

 

“The Walking Dead” fue una serie de televisión producida por AMC que se estrenó en 2010. Ésta se basó en el cómic del mismo nombre creado por Robert Kirkman, Tony Moore y Charlie Adlard. La historia siguió a un grupo de sobrevivientes después de que un apocalipsis zombi destrozara al mundo.

 

La historia inició con el oficial de policía Rick Grimes, quien después de un accidente durante una redada, despertó de un coma para descubrir que el mundo que conocía fue arrasado por una infección que transformó a millones de personas en “caminantes”. Rick se unió a un grupo de sobrevivientes liderado por Shane, su antiguo compañero de policía, para encontrar un lugar seguro para vivir y luchar contra los “caminantes” y otros grupos de sobrevivientes.

 

A lo largo de un montón de capítulos, los personajes enfrentaron numerosos desafíos para sobrevivir en un mundo peligroso y hostil. Del mismo modo, soportaron los desafíos internos del grupo, que implicaron la lucha por el poder y el liderazgo, así como el estrés y la tensión emocional que resultaron de situaciones de alta presión.

 

El elenco de “The Walking Dead” incluyó a actores como Andrew Lincoln, Norman Reedus, Danai Gurira, Lauren Cohan, Chandler Riggs, Melissa McBride y Jeffrey Dean Morgan. La serie fue elogiada por la actuación del elenco, así como por su escritura, cinematografía y efectos visuales impresionantes. A pesar de sus buenos números en términos de audiencia, “The Walking Dead” no siempre fue el programa estelar que suponen sus más acérrimos incondicionales. Después de muchísimas polémicas, una combinación de factores técnicos, argumentales y actorales estropearon su calidad y popularidad.

 

Desde la quinta temporada, la serie comenzó a mostrar signos de desgaste, con tramas repetitivas y personajes poco desarrollados. El asunto se resumía en un círculo argumental soporífero, con poquísimos sobresaltos cada dos episodios, y terriblemente monótono: Rick y su grupo deambulaban sin rumbo hasta encontrar un lugar que les brindara seguridad temporal y les destapara a un “auténtico” malote de malolandia, al que derrotarían después de un final de temporada lleno de charcos y charcos de sangre. Así hasta la náusea.

 

Entre los errores destacados por la crítica y los fanáticos se aprecian la ausencia de originalidad en las tramas, la falta de coherencia en la continuidad de la historia y la violencia gráfica que a menudo fue morbosamente gratuita.

 

Por otra parte, la serie sufrió la pérdida de varios de sus protagonistas, como Rick Grimes (que interpretó Andrew Lincoln), lo que afectó la dinámica del elenco y la calidad de la actuación en general.

 

Otro factor que propició el desplome de la audiencia fue la competencia de otras series de ciencia ficción y fantasía, como “Game of Thrones” y “Stranger Things”, que desarrollaron historias más atractivas para el público.

 

En última instancia, la decisión de terminar la serie se debió en gran medida a la disminución de la audiencia y la necesidad de AMC de refrescar su programación. “The Walking Dead” terminó con su undécima temporada en 2022, con una conclusión que fue bien recibida por los fanáticos, aunque algunos críticos sintieron que llegó demasiado tarde. Pese a todo, quizá sea buena idea darle una segunda oportunidad para pasar el rato y recordar porqué fue una de las series de zombis más populares de la historia.